Para tallar cualquier roca no hay técnicas ni se emplean moldes, lo que cuenta es la habilidad y la precisión, todo se hace a base de golpes, con las puntas o cinceles, el martillo, el mango, la piocha, barra. La costumbre del tallado en piedra data de tiempos ancestrales. Grandes construcciones de piedra, como el complejo arqueológico de la antigua Civilización Maya, evidencian que la piedra de cantera ha sido ya utilizada desde la antigüedad. La historia, cultura y costumbres de los mayas señala que no se conoce con certeza quién dio inicio a este oficio.
El hombre tiene la capacidad de cambiar, moldear cualquier objeto y circunstancia que se presente en su medio y espacio donde se relaciona, podemos moldear nuestro entorno. El entorno es todo aquello que envuelve a un individuo o a un grupo humano, por el solo hecho de estar allí. El entorno es simplemente lo que rodea, carece de alma o espíritu.
Bajo cualquier circunstancia y ese alguien es capaz de interpretarlo y exteriorizar su significado a través de su cultura de una manera completamente inadvertida para él o para ellos. Sin quitar la mirada del pilar que estamos esculpiendo, lamento tanto, podemos ‘moldear’ golpe a golpe la piedra pero es imposible cambiar el carácter por completo, esto haría que dejáramos de ser nosotros, perderíamos nuestra personalidad que es casi innata.
Podemos cambiar por completo nuestra personalidad gracias a la capacidad que tenemos para activar unos genes y desactivar otros a través del pensamiento y la creación de hábitos que reprogramen nuestro cerebro y cambien las sustancias químicas que produce nuestro cuerpo y que son las que nos provocan las emociones.
Y es que durante nuestra vida hemos ido eligiendo caminos y moldeado nuestra personalidad con nuestros comportamientos, lo que forman nuestro carácter. Para moldear o cambiar el carácter es ser conscientes de que tenemos algo que cambiar sin llegar a los golpes.
