La política nos define como ciudadanos, aunque hoy pensemos que el sistema no funcione y no sintamos ser representados. Pero nuestra ideología puede verse reflejada a partir de valores y de una forma de pensar que solemos definir entre derecha e izquierda.
Dos formas de enfoque a la hora de gobernar. No definidas solamente como un conjunto de creencias sino como una actitud hacia el poder. Teniendo una serie de doctrinas o ideas fundamentales que resultan antagónicas.
Por derecha se entiende a las doctrinas basadas en el derecho natural, la protección de la economía sobre los sujetos y el respeto a la tradición. Por ello, suele ser conservadora, es decir, defensora del status quo.
La izquierda, por su lado, defiende la igualdad social e igualitarismo, usualmente en contraposición a las jerarquías entre individuos. Desarrolla sus políticas pensando en la sociedad, definida como un conjunto de personas que forman una comunidad. Por ello suele ser catalogada como socialista.
Sin embargo, la diferencia entre la izquierda y la derecha no siempre es tan clara. Ambos enfoques pueden participar de los mismos valores. Por ejemplo, puede haber tanto izquierda nacionalista como derecha nacionalista.
Según el contexto histórico, estos conceptos pueden verse modificados. De tal forma, hay que tener claro que estas políticas son diferentes en cada país, dependiendo de la forma en que esté organizado el gobierno, según descrito en diario la Vanguardia.
Por ejemplo, las políticas de izquierda en un estado socialista como Suecia, donde el gobierno corre con los gastos de los servicios públicos, es muy diferente a la izquierda en los Estados Unidos, un país capitalista donde la economía condiciona todos los aspectos de la vida.
Derecha o izquierda para Andrés Herrero de Infolibre constituyen en definitiva una forma de ser y de estar en el mundo. Representan mucho más un talante, una disposición y una voluntad, que una ideología o doctrina política.