El desarrollo planificado de la capital está plasmado en un estudio socializado por la actual corporación municipal, donde el abastecimiento de agua y el saneamiento ocupan un nivel primario. A nivel residencial se ha definido el crecimiento al sureste y suroeste en tanto no se pongan en riesgo las áreas de protección que ya abastecen de agua, pero también el crecimiento al norte o salida de Olancho para el desarrollo industrial y colonias obreras que tengan posibilidad de trabajo en las cercanías y donde no se corre el riesgo de atentar contra la calidad del agua. En el pasado el proyecto Ciudad Morazán, al sur de la capital no prosperó por no tener suficiente agua y por la enorme cantidad de heces fecales que descargarían en el obsoleto sistema de alcantarillado sanitario, cuya situación se agravó más con el huracán Mitch. Se informa del nuevo proyecto Residencial Morazán, al sur de la capital, para unos 200,000 habitantes, el cual se encuentra en un contexto diferente: la Alcaldía y el SANAA están analizando cómo reducir el racionamiento. El proyecto requiere un adicional de 451 l/s, un poco menos que el promedio que provee Los Laureles. En el tema de alcantarillado y depuración del agua habrá que tratar no menos de 315 litros por segundo de aguas residuales y recolección de 120,000 kg de materia fecal por día, que de no realizarse adecuadamente generarían un grado de contaminación indeseable para los diferentes barrios y colonias aguas abajo. En desechos sólidos se generará materia orgánica en el orden de 400,000 kg al día (400 ton/día), cuando se logre la construcción de las 40,000 viviendas planificadas según la información periodística. Los comentarios anteriores tienen el propósito de que el proyecto y otros en cartera se realicen de forma integral.