La represión migratoria de Trump amenaza el futuro del café Kona en Hawái

La represión migratoria en Hawái pone en riesgo la cosecha de café Kona, afectando a trabajadores inmigrantes y a una industria clave de la isla

  • 12 de junio de 2025 a las 18:33
La represión migratoria de Trump amenaza el futuro del café Kona en Hawái

Por MIRIAM JORDAN / The New York Times

En las laderas envueltas en niebla de Mauna Loa, donde la tierra rebosa de recuerdos volcánicos y el Pacífico brilla en la distancia, se extrae de la tierra un codiciado café —el Kona.

Nutrido por la singular combinación de sol, lluvia vespertina y suelo impregnado de lava de la isla de Hawai, la bolsa de 225 gramos de café Kona se vende en más de 30 dólares. Con fans en todo el mundo, ha sido un motivo de orgullo para la Isla Grande y para los miles de inmigrantes que han recogido los granos a mano. Ahora, el destino de muchos de esos trabajadores es incierto, al igual que el futuro del café.

La represión migratoria de la Administración Trump ha llegado a esta remota y escarpada isla, a 45 minutos de vuelo de Honolulú. Agentes federales han llegado en varias ocasiones desde febrero, a menudo permaneciendo días mientras buscan a inmigrantes indocumentados entre los aproximadamente 200 mil habitantes de la isla. En comparación con los operativos ampliamente publicitados en grandes ciudades como Los Ángeles, las acciones han sido relativamente pequeñas, con sólo unas cuantas docenas de personas detenidas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

Sin embargo, las acciones de ICE han sembrado temor en la isla rural y subrayado cómo se ha expandido la redada antimigratoria, atrapando a hombres y mujeres sin antecedentes penales, así como a niños.

“Independientemente del número de personas detenidas, la consecuencia de esto es enorme”, dijo Jeanne Kapela, demócrata que representa a la zona en la Legislatura Estatal.

Armando Rodríguez (izq.) llegó a EU de niño. Opera una finca cafetalera con su familia, incluyendo a su hijo Elías. (Michelle Mishina Kunz para The New York Times)

La industria cafetalera de Kona se compone de cientos de pequeños huertos familiares, y los trabajadores a menudo provienen de familias con estatus migratorio mixto, algunos de ellos ciudadanos naturalizados o residentes permanentes, y otros indocumentados.

“El futuro de los caficultores y el de estos trabajadores está vinculado, nos guste o no”, afirmó Kapela, cuya familia cultiva café. La industria es vital, dijo, añadiendo, “Si desaparece, no sé cómo nos recuperaremos”.

La comunidad inmigrante está cada vez más nerviosa. En marzo, un video ampliamente compartido mostró a agentes sacando de su casa a una mujer y tres niños. Al mes siguiente, un niño de primer año de primaria fue sacado de clase tras la detención de su padre.

Tricia McLaughlin, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional de EU, dijo en un correo electrónico que los agentes habían llevado a cabo “un número de acciones de cumplimiento de la ley” para arrestar a delincuentes en la Isla Grande. Además, añadió, “encontraron y detuvieron a inmigrantes ilegales no identificados”. No especificó cuántos fueron detenidos.

Bruce Cornwell, de 72 años, quien cultiva y procesa su café y el de otros caficultores, dijo, “Son buenos trabajadores. No son pandilleros”.

Cornwell afirmó que se debería ofrecer a los trabajadores vías para inmigrar legalmente.

Hawai es el único Estado de EU con una producción comercial significativa de café, liderada por la Isla Grande, donde el cultivo del café inició en la década de 1820. A mediados de la década de 1980, la adopción mundial del café de especialidad catapultó el cultivo de Kona. Desde entonces, miles de mexicanos y centroamericanos han emigrado a la Isla Grande.

La familia de Armando Rodríguez llegó de México a Estados Unidos ilegalmente cuando él tenía 8 años. Obtuvo la residencia permanente a través de su padre, cuya situación se legalizó en 1986 gracias a la amnistía más reciente para inmigrantes indocumentados, y posteriormente se nacionalizó. Hoy, su familia cultiva y muele café en 5 hectáreas. Envían su galardonado café, Aloha Star, a todo el País.

Le preocupa la cosecha. Los trabajadores que normalmente contrata para la temporada han dicho que no regresarán de Estados Unidos continental, pese a ser residentes permanentes.

“Tienen miedo de que los detengan en el aeropuerto o de que les quiten la tarjeta verde de residencia”, dijo.

© 2025 The New York Times Company

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