TEGUCIGALPA, Honduras
La suerte del aeropuerto Toncontín parece estar echada y el destino del hasta ahora aeropuerto internacional es el cierre por orden gubernamental.
Las posiciones polarizadas de autoridades y empresarios solo coinciden en dos aspectos: estar a favor de la construcción de la terminal en la pista de Palmerola y que Toncontín se convierta en un aeródromo local.
Incluso el exalcalde Ricardo Álvarez, ahora designado presidencial, quien en 2008 liderara el comité pro defensa del aeropuerto capitalino, dio ayer una posición neutral durante una entrevista radial.
“No quisiera pronunciarme definitivamente sobre algo que no creo tener todos los elementos de juicio”, justificó.
Álvarez aseguró que en su momento no se opuso al cierre de Toncontín, sino a que actuó en contra de la posición arbitraria del expresidente José Manuel Zelaya, quien cerró por más de 30 días el aeropuerto... Ahora lo que ha venido haciendo el gobierno es abrir nuevas pistas, es evidente que se está apostando al desarrollo turístico”, dijo.
Afirmó que no ha conversado con el presidente Hernández sobre la motivación para convertir Toncontín en una base meramente militar, pero aseguró que Tegucigalpa siempre necesita un aeropuerto.
“No sé si hay nuevos estudios adicionales que indiquen los riesgos del aeropuerto, pero el lunes estaré de regreso en el país y conversaré con el presidente para darle a conocer mi opinión”, aseveró.
Palmerola versus Toncontín
Al conversar con las autoridades sobre los pros y contras de Toncontín frente a Palmerola, la primera desventaja del primero es el tema de la inseguridad, aseguran.
“Toncontín es el segundo aeropuerto más inseguro del mundo”, afirman.
Pero la base de esta afirmación no está sustentada en un estudio científico sino en un ranking de los 10 aeropuertos más peligrosos del mundo publicado por History Channel.
Sin embargo, la Organización Internacional de Aeronáutica Civil (OACI), no se ha pronunciado sobre Toncontín en esos términos.
José Navarro, titular de Aeronáutica Civil, asegura que como piloto se puede justificar la inseguridad en las aproximaciones y los problemas para el despegue en Toncontín.
El techo -visibilidad- que se necesita para despegar en Toncontín es de seis mil pies, mientras que en Palmerola sería de apenas 500 pies, lo que eliminaría las suspensiones de vuelos por condiciones climatológicas, explicó.
Sobre las aproximaciones aseguró que el aterrizaje en Toncontín es netamente visual debido a que la pista esta rodeada de montañas y no se puede hacer un aterrizaje solo vía instrumento.
Otra de las desventajas, afirman, es el tamaño de la pista, que es de 2,334 metros. Mientras que la de Palmerola tiene una longitud de 2,750 metros cuadrados, unos 416 metros más que Toncontín, una diferencia no tan grande.
En cuanto a desventajas de Palmerola, la principal es la distancia de una hora 20 minutos de camino de la terminal con la capital, lo que ya fue advertido a las autoridades por un estudio realizado en 2012 por la empresa ALG Europraxis.
“Es una excelente oportunidad (construir un aeródromo en Palmerola), salvo por la distancia a Tegucigalpa... En el estándar internacional, más de 40 kilómetros ya se considera un aeropuerto muy alejado”, expone el estudio entregado por ALG a la Comisión para la Promoción de la Inversión Público-Privada (Coalianza).
Y es que Palmerola se ubica a 86 kilómetros, lo que convertiría al aeropuerto en el más alejado de la ciudad destino, de todas las terminales de Caribe y la segunda en el resto de América Latina.
Actualmente, el aeropuerto internacional de Viracopos, el tercer aeropuerto de Sao Paulo, es el más distante de la ciudad destino en Latinoamérica; se ubica a 99 kilómetros de la ciudad de Sao Paulo.
Esta situación ya es discutida tanto por detractores como por personas que están a favor de la construcción del aeródromo en Comayagua.
El mismo Miguel Mourra, presidente de la Cámara de Comercio en Industrias de Tegucigalpa (CCIT), afirmó que la terminal se ubica a una hora veinte minutos de la capital sin contar el tiempo que tardan las personas en salir de su hogar.
Posición que es valedera si nos ponemos en la posición de un viajero cuyo vuelo saldrá a las 7:00 de la mañana y que debe estar dos horas antes en el aeropuerto, y a las que se suman dos horas de camino. El viajero debería salir de la capital antes de las 3:00 de la mañana para no perder su vuelo.
Estas distancias preocupan a los viajeros, pues además de representar pérdidas en tiempo también representan una mayor inversión en costos de traslado.
Miguel Pérez, quien vive en la zona sur del país, asegura que Toncontín es la terminal más cercana que tiene y si trasladan los vuelos a Comayagua, se le duplica la distancia.
Para mermar el factor tiempo, el empresario industrial Adolfo Facussé recomienda a las autoridades construir una vía rápida exclusiva para los viajeros e incluso desviar el camino de Zambrano hacia Lepaterique para acortar las distancias y peligros.
En síntesis, las autoridades y representantes de la sociedad civil se pronuncian a favor de la construcción de Palmerola, pero están en contra del cierre definitivo de Toncontín.
Algunos como el regidor Faiz Sikaffy proponen que el aeródromo se mantenga para vuelos regionales y nacionales, extremo que reduciría a cinco los vuelos que llegarían a la capital y bajaría el flujo de pasajeros de mil por día a 200.
Ello representaría una pérdida de unos 60 millones de dólares, estiman los empresarios.
La gran interrogante es la posición de la empresa administradora de Toncontín, Aeropuertos de Honduras; al tratar de obtener una versión de sus autoridades, la respuesta fue simplemente “Seremos respetuosos de la ley”.