Los representantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) continuaron ayer las reuniones indagatorias sobre la situación de los centros penales del país.
Ayer le tocó el turno a la cancillería. Los delegados María Claudia Pulido, Rodrigo Escobar Gil y Andrés Pizarro Sotomayor, en representación de la CIDH, fueron recibidos por la vicecanciller Mireya Agüero; el comisionado nacional de Derechos Humanos, Ramón Custodio; el fiscal general Luis Rubí; la ministra de Justicia y Derechos Humanos, Ana Pineda; la procuradora general Ethel Deras; y el director de Servicios Especiales Preventivos, Abraham Figueroa Tercero.
La ministra Pineda advirtió que los miembros de la misión internacional buscan constatar las condiciones en las que se encuentran los centros penitenciarios.
Como parte de su labor, esta semana visitaron el penal sampedrano, donde se han perpetrado varias masacres. En la última murieron 13 reos.
Los reclusos aún mantienen el control de ese recinto.
Para este día se ha programado visitar el centro penal de Comayagua, donde el pasado mes de febrero murieron 361 personas producto de un voraz incendio.
El Estado hondureño enfrenta demandas por la vulneración de los derechos humanos de los reclusos.
En el país hay 24 centros penales que albergan unas 14,000 personas, aunque la capacidad real es entre 6,000 y 7,000.
La corrupción contribuye para que en los penales haya drogas y armas.