Tegucigalpa. El temor y la impotencia invadió a los pasajeros de un autobús del transporte urbano cuando dos criminales ingresaron armados a la unidad, bajaron a uno de los presentes y sin piedad lo ejecutaron a balazos.
El crimen ocurrió ayer en la carretera que conduce al norte del país, en la entrada a la colonia Hábitat, en el valle de Amarateca, sin que los cuerpos de investigación policial conozcan los móviles.
Familiares del fallecido llegaron a la escena del crimen donde lo identificaron como German Joel Rodríguez Girón, de 30 años, de oficio ayudante de albañilería, quien tenía su domicilio en el complejo habitacional Ciudad España.
El infortunado falleció al instante de seis balazos en la cabeza que le infirió uno de dos malhechores, supuestamente pandilleros, según la información preliminar que recabó la Policía.
Agentes de la Sección de Homicidios de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) llegaron al lugar a realizar las averiguaciones preliminares en torno a la muerte de Rodríguez Girón.
El crimen
Una doliente relató que Rodríguez Girón salió de su casa a las 5:00 de la mañana a trabajar en la construcción de un edificio en las cercanías del aeropuerto de Toncontín.
Media hora más tarde, en el momento que la unidad de transporte se estacionó frente a la colonia Hábitat, se subieron dos supuestos pandilleros armados con pistolas y lo bajaron en forma violenta.
Luego, los criminales lo obligaron a tirarse boca abajo sobre el suelo y le dispararon seis veces en la cabeza.
Los autores materiales del crimen se dieron a la fuga, mientras que agentes de la Policía Preventiva llegaron en una patrulla a realizar las diligencias preliminares.
Mientras tanto, personas que conocían a German Joel llamaron a la familia que se encontraba en Ciudad España para informarles de lo sucedido.
Técnicos de la Sección de Inspecciones Oculares de la DNIC realizaron la requisa en el área, donde encontraron seis casquillos de bala, supuestamente, 9 milímetros.
A unos dos metros del cuerpo inerte quedó una mochila color azul en la cual la víctima llevaba su comida y una Biblia, ya que asistía a una iglesia evangélica, según comentaron los dolientes.
El perito forense y el fiscal de turno del Ministerio Público, así como equipos de la Policía, realizaron el reconocimiento legal del cadáver y lo trasladaron a la morgue de Medicina Forense de la capital.
De acuerdo a versiones que conoció la Policía, el ahora occiso perteneció a una pandilla juvenil de la cual tenía más de cinco años de haberse retirado para dedicarse a trabajar, por lo que se presume que eso le habría costado la vida.
La madre del infortunado, Mercedes Girón Padilla, relató que su vástago era un hombre dedicado a servir a Dios y a su trabajo y que todo se lo deja a la justicia divina.
Confirmó que Rodríguez Girón tenía cinco años de asistir a la iglesia evangélica Ministerio Apostólico Misionero y que todos los días salía en el primer autobús hacia su centro de trabajo.
“Él murió siguiendo al Señor, ya está con Dios”, expresó entre el llanto la acongojada madre.
Los restos mortales fueron retirados en horas de la tarde y trasladados a Ciudad España para su velatorio y posterior sepultura.
Hasta ayer, la DNIC no tenía pistas de los asesinos, pero un equipo seguía con las investigaciones orientadas a conocer las características para identificarlos, proceder a capturarlos y presentarlos ante la justicia.