Tegucigalpa, Honduras.- Gilbert Santiago Reyes Bermúdez, ciudadano estadounidense acusado del asesinato de tres mujeres en Roatán, Islas de la Bahía, fue trasladado desde la Penitenciaría Nacional de Támara hacia Medicina Forense del Ministerio Público para someterlo a una evaluación médica forense bajo el Protocolo de Estambul.
La diligencia fue autorizada por el Tribunal de Sentencia de Roatán a solicitud de sus apoderados legales, luego de que el acusado denunciara ser víctima de tortura y malos tratos dentro del centro penitenciario.
Tal como ocurrió en diciembre de 2024, donde Reyes divulgó un video en el que se identificó diciendo: “Soy Gilbert Reyes, soy ciudadano americano, golpeado físicamente por los policías militares”.
En la grabación se mostraron distintas partes del cuerpo donde, según él, había recibido golpes.
Además, afirmó que fue agredido sin provocación alguna: “Yo estaba en el módulo y solo me llamaron para pegarme”, sostuvo.
También aseguró que agentes militares le lanzaron bombas lacrimógenas, lo que lo dejó inconsciente por varios minutos.
“Estoy orinando sangre y todo mi cuerpo está adolorido”, añadió, afirmando que sufre secuelas físicas producto de la supuesta golpiza.
Isa Alvarado, portavoz del Ministerio Público, explicó que el proceso se ejecutó en el marco del Protocolo de Estambul, un manual de Naciones Unidas que establece estándares internacionales para la investigación y documentación efectiva de casos de tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.
"A solicitud de la autoridad competente, fue evaluada por el departamento de clínica forense a solicitud de un juez. El Protocolo de Estambul es una evaluación minuciosa; es física, para que el forense determine el estado de salud de una persona, y en este caso, de Gilbert Reyes, privado de libertad, ya que son los únicos autorizados por el Estado de Honduras", explicó.
El protocolo consistió en una evaluación física integral para establecer si existen indicios compatibles con tortura o agresiones.
Alvarado detalló que “todo lo encontrado al momento de realizar la evaluación será establecido en un dictamen médico-legal, información que será trasladada al juez que conoce la causa”.
Además, dio a conocer que "el forense realiza la evaluación y él establecerá su dictamen médico. Los resultados se entregan de manera confidencial al juez, en un sobre, y él llama a las partes y les señala el dictamen”.
El Protocolo de Estambul es una herramienta crucial para documentar signos de tortura, investigar violaciones a los derechos humanos y contribuir a que las víctimas accedan a la justicia.
Proporciona directrices para la identificación de síntomas físicos y psicológicos, la recolección de evidencia médica y psicológica, y la redacción de informes periciales para uso judicial.
También sirve para prevenir la tortura y concienciar sobre la importancia de erradicar este tipo de prácticas.
El protocolo establece estándares mínimos para la evaluación médica y psicológica de personas que presuntamente hayan sido sometidas a tratos inhumanos.
Es utilizado por organizaciones de derechos humanos, jueces, fiscales, médicos, psicólogos forenses y abogados defensores para validar los relatos de víctimas y garantizar su protección legal.
En paralelo al proceso de evaluación, Reyes se enfrenta a un juicio por la muerte de María Antonia Cruz Ávila, Nikendra McCoy Francisco y Dione Beatriz Solórzano Dixon, esta última su pareja sentimental.
Las tres mujeres desaparecieron el 7 de enero de 2024, luego de salir acompañadas de Reyes con rumbo a la comunidad de Punta Gorda, al norte de Roatán.
Desde entonces, no se supo más de ellas hasta que, el 9 de enero, sus cuerpos fueron encontrados dentro de un vehículo tipo turismo estacionado en el sector de French Cay.
Vecinos alertaron a las autoridades tras percibir un olor fétido proveniente del automóvil.
Al abrirlo, los agentes confirmaron la presencia de los tres cadáveres en avanzado estado de procesamiento.
Según las investigaciones del Ministerio Público, las víctimas habrían sido asesinadas a disparos de Reyes dentro del vehículo. Luego de cometer el crimen, el acusado tomó un vuelo desde el aeropuerto de Roatán con destino a Estados Unidos, un día antes del hallazgo de los cuerpos.
El 29 de marzo de 2024, fue capturado en República Dominicana tras una alerta roja emitida por Interpol, y el 23 de julio fue entregado a las autoridades hondureñas luego de formalizarse la solicitud de extradición.
El director del Instituto Nacional Penitenciario (INP), Ramiro Muñoz, confirmó que, al momento de su llegada a Honduras, Reyes fue recluido en la Penitenciaría de Támara.
Aseguró que se le asignó una celda individual por razones de seguridad: “No debería compartir celda con nadie, no necesitamos un módulo, lo que ocupamos es una celda, donde él esté ahí y que no tenga problemas con nadie”.
También recalcó que, aunque se le brindan medidas básicas de protección, no contará con ningún tipo de privilegio: “Que no espere que tendrá una celda con comodidades; va a tener una celda normal, igual que cualquier otro preso”.
Muñoz señaló que el sistema penitenciario alberga privados de libertad de varias nacionalidades, por lo que no ve necesario hacer una distinción especial en el caso del estadounidense.
“¿A quién le preocupa a los hondureños que van a Estados Unidos a qué cárcel van? ¿Y por qué yo tengo que hacer una diferencia?”, manifestó.