Red de empleados del IP trafica documentos a cambio de sobornos

La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus desenmascaró una red de empleados corruptos del Instituto de la Propiedad (IP). Dejaron sin oficio a los tramitadores callejeros pues ahora los negocios turbios se hacen directamente en las ventanillas

lun 8 de enero de 2024 a las 0:0

12:10 min. de lectura

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- ¿Le doy el dinero ahorita?

- Sí, ¿tiene para transferencia bancaria?

-No, ando efectivo, pero no sé si espera que vaya al banco.

-No, mire, en este fólder tráigame una copia de su identidad, allá enfrente está la fotocopiadora y allí engrapa el dinero.

- Ok, ya vengo.

-Está bien, solo lo pone aquí en el escritorio por si me muevo, o vaya, lo voy a esperar, es que iba ir al baño, pero mejor de una vez.

En pocos meses varios empleados del Instituto de la Propiedad (IP), con la venia de las máximas autoridades, conformaron una red para traficar documentos a cambio de sobornos.

Ellos hacen los tubios negocios desde la comodidad de sus escritorios, con aire acondicionado y las oportunidades que brinda trabajar para el Estado: reciben a sus clientes, los asesoran, fijan precios, comparten información y, como todos están coludidos, hasta cobran en la misma oficina.

$!Desde la comodidad de sus escritorios muchos empleados del IP hacen sus negocios turbios.

Otros optan por encontrar a sus clientes en los pasillos o áreas de esparcimiento del Centro Cívico Gubernamental (CCG), pactan los arreglos y continúan dirigiendo a sus asesorados por medio de mensajes de WhatsApp.

La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus se internó durante semanas en el IP para desenmascarar a una red de empleados corruptos que, incluso, dejó sin oficio a los tramitadores callejeros pues ahora los negocios se hacen directamente en las ventanillas.

Entre los documentos y trámites ilegales que ofrecen a cambio de dinero está el traspaso de vehículos sin la firma del propietario anterior y el nuevo.

También venden auténticas en colusión con abogados que contratan directamente, falsifican firmas para llenar documentación, hacen traspasos con deudas de matrícula vehicular, cambios de placas a terceros, entre otras irregularidades.

Por sus fechorías cobran sobornos que van desde los 1,500 a 7,000 lempiras, dependiendo del caso. En un día pueden llegar a realizar hasta seis trámites por empleado, según constató el equipo de EL HERALDO Plus tras varios días de vigilancia.

El dinero se reparte también entre altos funcionarios para permitir, según fuentes, el desarrollo de estos negocios ilegales.

$!Los empleados corruptos hacen los cobros por trámites con la venia de las máximas autoridades que, según fuentes consultadas, reciben su parte semanal.

Negociando con la red del IP

Atrapar a los empleados corruptos del IP resultó una tarea sencilla, la tentación al dinero y la posibilidad de realizar sus actos sin el temor de ser despedidos los motiva a recibir todo tipo de propuestas.

La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus llegó a las oficinas del Instituto de la Propiedad en el CCG con una propuesta directa: se decidió hacer la negociación con una mujer que se ubica en los primeros escritorios, aunque durante el proceso se comprobó que casi todos los empleados hacen sus negocios sin prestarle cuidado a la actividad de los demás.

Para hacer un poco interesante la solicitud, se preparó un caso en la que se urgía de un traspaso vehicular, el detalle es que solo se tenía la revisión vencida a nombre del propietario anterior y se quería pasar a nombre de otra persona que no podía visitar las instalaciones del IP.

$!Una revisión bastó para hacer un traspaso sin la presencia de las partes interesadas

A partir de este momento el relato se contará desde la experiencia del periodista encubierto:

Es la primera vez que visito las oficinas del IP en el CCG, están ubicadas en el primer nivel de una de las imponentes torres que inauguró el expresidente Juan Orlando Hernández el pasado 1 de septiembre del 2021, exactamente 233 días antes de ser extraditado a Estados Unidos.

Cuando iba camino a las oficinas recordé que en la campaña para las pasadas elecciones generales del 2021, la presidenta Xiomara Castro dijo que iba convertir el CCG en el hospital público más grande de Centroamérica, pero la inversión de más de 5,300 millones de lempiras y el diseño de la construcción terminó por ahogar sus palabras en promesas que no llegaron a cumplirse.

Antes de comenzar las labores periodísticas encomendadas me paré frente a las oficinas para echar un ojo al ambiente, cerca de mí estaba un fotógrafo camuflajeado entre las personas con su equipo para captar cualquier movimiento.

Por si no conocen las instalaciones del IP, les dejo la dirección: están ubicadas en la Torre 1, exactamente entre una institución bancaria y la entrada al denominado Cuerpo Bajo B.

Las oficinas del Instituto de la Propiedad no están rotuladas en su parte superior pero en los vidrios transparentes se puede leer el logo “IP”, además tiene dos banners que me indicaron que había llegado al lugar correcto.

$!Los empleados corruptos reciben sobornos desde 1,300 hasta 7,000 lempiras, constató este medio.

Tienen sillas en su parte exterior para que los hondureños puedan esperar cómodamente su turno en caso que esté lleno, aunque cuando llegué la cantidad de personas era mínima.

Sin andar con muchos rodeos entré, en el inmueble hay dos filas de escritorios a cada lado, por lo demás las típicas oficinas de gobierno. Hay muchas personas platicando, otros en el celular y al fondo se miraban unas ventanillas, opté por preguntarle a la primera persona que vi desocupada, era una mujer que se sienta en el primer escritorio.

“Buen día”, le dije. “¿Me puede ayudar?”.

Con una sonrisa me dijo “claro, tome asiento, ya lo atiendo”.

Me senté en una silla de plástico azul frente a ella, en su escritorio lo que pude ver eran varios documentos, carpetas, una bolsa roja de regalo y adornos alusivos a la temporada navideña.

No pasó mucho tiempo antes que me preguntara: “¿En qué puedo ayudarle?”.

Apoyé mis codos en el escritorio y le conté la película completa.

Le dije que ocupaba realizar el traspaso de propietario de un vehículo, que el dueño no podía ir y que el nuevo propietario era un familiar que por sus ocupaciones tampoco tenía chance de visitar la institución, que el único documento que andaba era la revisión y que me ayudara.

La mujer, que ese día andaba vestida con un pantalón negro, camisa floreada, sandalias negras con una especie de flor y su pelo liso peinado hacía los lados, rápidamente me escuchó detenidamente sin interrumpir, acertó con la cabeza y me dijo que le diera la revisión que iba revisar en el sistema la situación del vehículo.

Se paró y se movió al escritorio de la par, conversó con uno de sus compañeros, un muchacho alto de barba, ambos me vieron y yo educadamente les sonreí, ellos continuaron la conversación mientras la mujer manipulaba la revisión que le acababa de pasar, se la pasó al tipo, chequearon algo en una computadora y ahí terminó todo.

Se regresó donde estaba yo, se sentó y me dijo que todo estaba bien, que si ya tenía la auténtica para el traspaso y le dije que no, que todo lo que yo tenía era esa revisión y el número de identidad del que sería el nuevo propietario.

$!La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus se infiltró entre los empleados del IP para conocer cómo operan y realizan sus cobros

Suspiró, se acercó y me comentó que ella me podía ayudar con la auténtica, pues tenía un amigo abogado que por un pago realizaba el documento y yo no me tenía que mover, que lo único que iba ocupar era el numero de identidad del que iba ser el nuevo dueño del carro y la revisión.

Me advirtió que el vehículo tenía una mora de tasa vehicular por un mes, que había generado una multa, así que me brindó dos opciones: la primera era pagarla para que la nueva revisión saliera limpia y la otra era realizar el traspaso con todo y la deuda.

Esta segunda opción resulta ilegal, pues según los requisitos establecidos por el IP los vehículos que deban matricula vehicular o estén bloqueados no pueden ser traspasados de una persona a otra.

Le dije que mejor la iba pagar y expresó que no había problema. La plática fue espontánea, nadie le bajó el volumen a la voz, acto seguido me preguntó si iba a realizar el trámite ese mismo día para hablarle al abogado, pero le dije que no, que primero pagaría la matrícula vehicular con la multa que se había generado e iba a regresar.

No obstante, la funcionaria del IP me advirtió que, al ser un traspaso, eran necesarias las firma del dueño anterior y del nuevo propietario para los nuevos documentos del vehículo. Como ninguno estaba, yo iba firmar por uno y ella iba a firmar por la otra persona... y problema resuelto.

Otra de las opciones que me dio la amable mujer era no hacer nada, solo esperar y que ella me iba a dar la nueva revisión con todo y el traspaso. Ella encargaría de todo al punto que ni a las ventanillas iba a ir, eso sí, por cada cosa que no hiciera el precio iba a subir.

$!El IP está ubicado en la parte baja de la Torre 1 del Centro Cívico Gubernamental (CCG).

Le dije que yo iba a ir haciendo las cosas, que me ayudara primero con la auténtica del abogado y, así, en media hora ya habíamos quedado.

Me pasó el número de celular y le dije que en un par de días iba a volver con la matrícula pagada, pero que me dijera de una vez cuánto me cobraría por la auténtica.

“Mire -me dijo-, por ese trámite le vamos a dar al abogado 1,200 lempiras”, al tiempo que me aseguró que que ella misma me lo entregaría en su escritorio el día que me decidiera, que todo era por hacerme el favor.

Le agradecí por tener una solución para todo. Ya el conecte estaba hecho, ese mismo día pagué la matrícula vehicular con la multa de un mes y regresé a los días para terminar con el proceso.

En la segunda visita la mujer no estaba en el escritorio, en su silla estaba un señor al que le pregunté por la amiga. Me dijo que andaba comiendo y que ya regresaba, pero como yo tenía el numero la llamé.

El celular sonó dos veces y me contestó: ¡Buenas!.

“Mire que aquí estoy en su escritorio, yo soy la personas que le iba ayudar con un traspaso, ya pagué la matricula”, le avisé.

La mujer me interrumpió para decirme que ya llegaba y en efecto en un abrir y cerrar de ojos apareció con una sonrisa, el hombre que estaba en su escritorio le dio permiso y comenzamos a platicar.

Me pidió el número de identidad del nuevo propietario, le tomó foto a la revisión, las mandó por WhatsApp a su abogado y me pidió que sentara en las sillas que están afuera del IP y que en un rato le iban a llevar la auténtica.

Bien mandando, le hice caso, al rato la vi salir con tres hombres, iban a comer... ni modo, a mí solo me tocaba esperar a que volviera a aparecer.

$!Los empleados involucrados en la red de sobornos pueden recibir hasta seis pagos en un solo día.

Durante el rato en las sillas, otros empleados se me acercaron a preguntarme si me habían atendido, todos muy amables. Se nota que hay un ambiente laboral y de compañerismo envidiable.

También se me acercó un tramitador callejero, a quien le dije que ya me estaban ayudando, se le notó serio y lo más seguro no les cae en gracia que los mismos empleados del IP les hayan quitado sus negocios.

Pasó un poco más de cuarenta minutos y la mujer regresó, pero me pidió otro compás de espera, se movió de un escritorio a otro varias veces y después me llamó.

“Mire -me dijo-, aquí está la auténtica lista”.

Excelente, pensé, sin dudarlo dos veces y agradecido por su eficiencia le pregunté si le pagaba ahí mismo, me dijo que le depositara a una cuenta por transferencia, pero le advertí que lo mío es el efectivo, a la antigua, porque no tengo banca en línea.

No dudó nada, sacó un fólder amarillo y me mandó a la fotocopiadora que está frente a las oficinas del IP en el CCG para sacar una copia de la identidad y que ahí mismo engrapara los 1,200 lempiras.

$!Decenas de personas llegan a diario al IP a realizar gestiones relacionadas con sus vehiculos.

Obediente, fui a sacar la copia de la identidad, le pedí una engrapadora a la dependienta y le adherí el dinero, dos billetes de 500 y otros dos de 100, así que cabal iban los 1,200 lempiras que me pidió la muchacha.

Cuando regresé me senté enfrente y le deslicé el fólder, lo abrió y lo metió a su gaveta.

“Venga para acá”, me dijo y acerqué mi silla a la par suya.

Con astucia me comenzó a explicar que esos eran los nuevos documentos del vehículo a nombre del nuevo propietario, me enseñó la auténtica en papel membretado del Colegio de Abogados de Honduras (CAH) que detallaba como “certificado de autenticidad”.

El documento explicaba que el abogado y notario público de apellido Morales, con domicilio en Tegucigalpa con número de carnet XXX9 y execuátur -acreditación de carrera- número XXX9 con domicilio en una colonia capitalina, número de celular XXXX-XXX1 y correo electrónico XXXXXXX@Outlook.com, certificaba que “las firmas que anteceden y pertenecen a XXXX XXXXXX (antiguo propietario) tradente y XXXXX XXXXXXX (nuevo propietario) adquiriente, las cuales están estampadas en el denominado documento tradición de dominio de un vehículo -detalla las especificaciones- ya que las firmas son puestas por mi pleno conocimiento, son auténticas, doy fe”.

$!Esta es la auténtica que la empleada del IP le vendió a la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus, pese a no estar presentes los involucrados.

El documento al final de la hoja estaba firmado por el notario de apellido Morales, quien adherió su sello personal de color azul claro.

Claro está que el documento es viciado pues ninguna de las partes firmoó absolutamente nada, ´pero eso no le importó a la empleada del IP.

Posteriormente, la mujer sacó otro documento impreso en papel membretado del IP, era el formulario RV-RE-01 de tradición de dominio en su versión 04 de persona natural a persona natural.

El documento detalla los datos del antiguo dueño del vehículo y el nuevo propietario. Lleva, además, la firma y sello del notario Morales.

$!Esta es la forma RV-RE-01 en papel membretado del IP que se ocupó para gestionar la auténtica que vendió la empleada.

En el momento que la mujer me mostró el documento faltaban dos firmas, la del antiguo dueño y la del nuevo propietario, pero la empleada del IP me ordenó: “Firme aquí con este mismo nombre”. Se hizo lo mismo en el otro espacio que no tenía la firma.

El proceso se repitió en otro documento idéntico que queda como respaldo en los archivos del IP, por lo que se tuvo que falsificar las firmas de las personas en dos ocasiones diferentes.

$!Las dos firmas de los personas naturales interesadas en el traspaso fueron falsificadas en el IP.

Una vez realizado el trámite, la mujer me solicitó que entrara hasta el fondo de las instalaciones con los documentos que acababa de obtener, que hiciera la fila y pasara a cualquiera de las ventanillas.

Nuevamente le hice caso, allá me fui a sentar hasta que otra mujer me llamó, a quien le entregué tal cual el fólder con los papeles que me había dado su compañera, ingresó los datos a la computadora y me despachó con un nuevo documento.

El papel que la mujer me entregó era el “detalle de la declaración” que junto con un pago de 300 lempiras en una institución bancaria me iba permitir obtener una revisión denominada “cambio de propietario”.

Salí, me despedí de la mujer que me ayudó a realizar todo el trámite, me recordó que estaba a la orden para cualquier consulta y entré a la par a pagar los 300 lempiras en la institución bancaria.

En el banco me entregaron un hoja de revisión, solo que en el detalle decía “cambio de propietario” y ya estaba a nombre del nuevo dueño con los datos del vehículo.

$!Este otro documento se entregó para realizar el cambio de propietario.

Recordé que la mujer me había dicho que ahí mismo podía solicitar una reposición de la revisión para tenerla a nombre del nuevo propietario, pero la cajera me dijo que era ilegal, que la reposición solo la podía tramitar el dueño del carro.

Me regresé donde la empleada del IP y le conté. Ella me dijo que solo le instruyera al nuevo dueño que pagara 25 lempiras en cualquier banco y que la revisión nueva iba a salir a su nombre, que por eso me puso las opciones de no hacer nada y recibir todo, pero yo prefería hacer los trámites por mi propia cuenta.

Me despedí, pero más personas llegaban buscando soluciones, no precisamente legales, aunque urgentes para sus intereses.

$!Una vez realizado el proceso la revisión salió a nombre del nuevo propietario

Después de terminado el trámite se realizó un sondeo de una semana en el IP donde se pudo observar la gran cantidad de trámites que realiza la red de empleados, los sobornos, pagos en pasillos, entregas de documentos, todo ante la vista y paciencia de los altos mandos.

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