“Mi hija me pregunta dónde está su padre”: Destrozada esposa de migrante

El 14 de febrero de 2023, Día del Amor y la Amistad, Higinio Ramírez se despidió de su esposa y su hija con la esperanza de darles un futuro mejor

Jessica García se sumergue en largos silencios ante el desconcierto sobre lo que ha ocurrido con su esposo, Higinio Ramírez, uno de los 13 hondureños que estaba en el incendio en el centro migratorio de Ciudad Juárez.

jue 30 de marzo de 2023 a las 0:18

2:36 min. de lectura

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Precisamente, el 14 de febrero de 2023, una fecha especial para la mayoría de las personas enamoradas, cuando se celebra el Día del Amor y la Amistad, a la joven Yessica Yessenia García le tocó despedirse de su esposo Higinio Alberto Ramírez.

Con lágrimas en sus ojos la acongojada mujer expresó que la razones por las que su pareja decidió viajar a los Estados Unidos fue para superarse económicamente, ya que “no tenemos solar ni casa”, sin imaginarse que su viaje terminaría en medio de las llamas en Ciudad Juárez, Chihuahua, México.

Su sueño era ayudar a sus padres, vivir solvente, darle todo a su hija de dos años, aunque con la prioridad de “tener nuestra casa”, manifestó la joven con su voz entrecortada por la situación que está pensando al no saber qué ha sucedido con su pareja en la tragedia ocurrida en la noche del pasado lunes en la frontera de México con Estados Unidos.

Recordó que su esposo es un hombre “bien cariñoso, respetuoso, bien tranquilo y todo”, mientras se secaba las lagrimas que besaban sus mejillas.

"Siempre hablaba con él o sino por mensaje teníamos comunicación”, mencionó entre los largos silencios de la entrevista.

Confesó que él siempre le decía que estaba bien y le mandaba fotografías del camino de la ruta migratoria que atravesaba desde que emprendió su viaje.

Durante el diálogo con EL HERALDO Plus, contó que fue impactante para ella el momento cuando recibió la noticia de que supuestamente su esposo había muerto en el incendio.

“Me dieron la noticia de un solo, que había muerto, pero pensamos que no, tenemos la esperanza que está con vida”, afirmó.

”A nosotros nos dijeron que sí, que él está vivo, ahora lo que pedimos es que nos ayuden porque queremos ir a verlo”, expresó la joven de 24 años.

Recordó que el pasado domingo Ramírez “llamó a su mamá para avisarle que lo había agarrado Migración”, pero que fue una corta llamada.

”Dijo que estaba en Migración, los habían agarrado, eso fue todo, porque solo es una llamada que les daban para que avisara”, reseñó.

$!Jessica contó a EL HERALDO Plus que su esposo tenía un empleo en una granja camaronera, pero no ganaba lo suficiente para mantener a su familia.

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Con la mirada perdida en el rostro de su hija, expresó que él no quería que lo deportaran por la situación económicamente difícil que se vive en Honduras.

Por otra parte , mencionó que Ramírez, antes de salir rumbo a Estados Unidos, trabajaba en un laboratorio de una granja camaronera cerca de su casa en el pacífico de Honduras.

Lastimosamente no ganaba lo suficiente, lamentó, para agregar que “también estábamos pagando un préstamo que habíamos sacado para comprar las cosas que ocupábamos”.

El salario no ajustaba para nada, ni para comprarle la leche, los pañales y las otras necesidades a la niña, “no ajustábamos para nada”, recalcó compungida por la complicadaa situación.

Mientras seguía limpiando las lágrimas, expresaba su tristeza, pero afirmó que no perdía la esperanza de volver a ver al hombre que ama.

También mencionó que su hija “siempre me pregunta que a dónde está su padre”.

Recordó que su compañero de hogar un día antes que lo agarrara Migración le dijo que “ya los iban a llevar de ahí donde estaban para pasarlo para Estados Unidos y que si Dios quería hasta que llegara allá nos iba a hablar”.

Las últimas palabras de Ramírez con su esposa fueron el pasado sábado en la noche, pero ya el domingo tenía el aviso que Migración los había agarrado.

También mencionó que la madre de Ramírez tuvo que hipotecar la casa para poder ajustar el dinero del coyote, quien cobró unos 18 mil dólares americanos, casi unos 450 mil lempiras.

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