¿A dónde están ubicados los volcanes de Honduras?

Hay unos 100 volcanes en Honduras que estuvieron en actividad hace más de 500 años; 32 se ubican en la capital. Son parques o islas que visitamos o miramos a diario

La Laguna del Pedregal está ubicada en la capital de Honduras. Expertos dicen que es un volcán durmiente que hizo erupción hace más de 500 años, pero con el paso del tiempo el cráter se llenó de agua

mié 29 de noviembre de 2023 a las 15:7

8:03 min. de lectura

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- ¿Imaginan visitar la montaña más alta de Tegucigalpa y enterarse que se está en el cráter de un volcán? o ¿pasar por un parque cada domingo y que en las noticias mencionen que se trata de un cono volcánico que hizo erupción hace 500 años? ¿Te imaginas? Los volcanes de Honduras no son un mito, pese a que no están a simple vista.

Hay al menos 100 volcanes durmientes que día a día visitamos o miramos a lo lejos, sin saber que hace más de cinco siglos modificaron la geografía del país.

Fueron declarados parques, islas o simplemente están ubicados en tierras ejidales en medio de zonas boscosas, pero nada de eso cambia la historia detrás de estos gigantes durmientes que pocos hondureños saben que existen.

EL HERALDO Plus visitó el volcán que yace en la Laguna del Pedregal. Ese es el nombre de la comunidad y del mismo agujero de agua que quedó tras la erupción que hubo hace más de 500 años.

Cuando este rotativo llegó al lugar estaba cubierto por la vegetación que había crecido gracias al abundante invierno que estremecía toda Honduras. La aplicación de ubicación, que con voz femenina decía “has llegado a tu destino”, parecía mentir, excepto por una cosa: una montaña cubría completamente la vista.

Nadie sabía por qué le decían Laguna del Pedregal, pero muchos, sobre todo los que tenían más de 50 años de residir allí, habían escuchado más de una vez que vivían sobre un volcán. Sí, un volcán en las faldas de Tegucigalpa, capital de Honduras.

En realidad no solo hay uno, un estudio del Instituto Geográfico Nacional afirma que son 32 en el Distrito Central y al menos 100 en toda Honduras, no son volcanes activos, sino volcanes inactivos o durmientes que hicieron erupción hace más de 500 años.

Doña Lucila Méndez no había escuchado nada de boca de los expertos, pero sus bisabuelos le contaron a sus abuelos, sus abuelos a sus padres y ellos no solo se quedaron con la historia del volcán, sino que empezaron a crear mitos.

Desde que era una niña sus padres le contaban que vivían cerca del volcán, aunque sin ver nada era difícil creer, sobre todo cuando le decían que allí cantaba un gallo y cuando eso pasaba era que iba a entrar en acción.

“Una vez se secó la laguna... decían que había sido un cometa que cayó (y creó el cráter), yo estaba cipota, solo quedó un poquito de agua en el centro, nosotros estábamos preocupados”, relató la mujer, mientras abrazaba a su sobrina, una niña de al menos tres años.

La hondureña de 53 años nació allí. Vive a unos 200 metros de donde está la laguna de cráter volcánico, hasta donde camina cuando el agua lluvia que recolecta en pilas y barriles no es suficiente.

Ubicación de los principales volcanes en Honduras

El cono volcánico de la Laguna del Pedregal es de escudo (por su forma plana en la parte superior). El cráter está en la cima de la montaña, donde viven unas 200 personas. Para llegar, se toma la calle que está al costado izquierdo del desvío a la aldea de San Matías, en Francisco Morazán.

El volcán está dentro de los terrenos que pobladores oriundos de la aldea, que lleva el mismo nombre del volcán, denuncian están siendo invadidos. Son tierras ejidales que -según observó este rotativo- son ocupadas por personas que construyen casas improvisadas para vivir. Así han creado varias colonias, aunque el patronato de la zona los desaloja de forma constante.

EL HERALDO Plus le consultó a uno de los pobladores que estaba en los terrenos si había escuchado alguna vez que la laguna era el cráter de un volcán, pero respondió que no. Incluso, se mostró asustado por la interrogante.

La misma respuesta dio cuando se le consultó si sabía que en Honduras habían unos 100 volcanes durmientes, es decir, que no tienen actividad hace más de 500 años.

Según Pablo Díaz, docente de geografía en la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), es prácticamente desconocida la existencia de formaciones volcánicas en Honduras, pues contrario a lo que se vive en naciones vecinas, como Guatemala, Nicaragua y hasta El Salvador, los conos volcánicos no tienen actividad, son durmientes.

Esto ocurre porque “son más antiguos” y están en un proceso de “enfriamiento”, incluso, muchos ni siquiera tienen la forma de cono invertido: una montaña con un cráter en la parte superior.

$!¿A dónde están ubicados los volcanes de Honduras?
Pablo Díaz, geógrafo UPNFM: “Hay estudios de geólogos estadounidenses que alrededor de Tegucigalpa ubican unos 33 conos volcánicos, le hablo del Juana Laínez, del Cerro Brujo que está aquí por la 21, la Laguna del Pedregal, Triquilapa, La Montañita, Cantagallos, son conos volcánicos Triquilapa”

El experto afirmó que solo en el Distrito Central hay 32, uno en la Laguna del Pedregal (el más conocido), otro en el Cerro Juana Laínez, en Uyuca y alrededor del Parque Nacional La Tigra.

Sobre la Isla de Zacate Grande hay uno, en Amapala, en Tatumbla, en las montañas de Azacualpa, en Santa Ana y en la meseta La Bodega también hay volcanes, pero ninguno activo.

“En San Lucas hay un cono volcánico y aquí en Amarateca hay dos edificios volcánicos, conos volcánicos”, detalló, al mencionar algunos de los volcanes más importantes de Honduras.

EL HERALDO Plus también recorrió las zonas aledañas al parque La Tigra, donde las personas respondían de forma constante desconocer la existencia de los volcanes de Honduras.

En las casas que están justo en el sendero Las Golondrinas, en Valle de Ángeles, un poblador afirmó que nunca había escuchado que en esa zona habían conos volcánicos, lo mismo contestó doña Alba Salgado, una mujer que vendía productos hechos de maíz a la orilla de la carretera.

Según Díaz, la evidencia de que Honduras tiene volcanes es que en casi todo el país hay aguas termales o, en otras palabras, actividad hidrotermal lo que evidencia que “el interior de la tierra se está enfriando”.

Afirmó que los únicos volcanes de Honduras que constan de un “edificio volcánico” muy bien definido son la Isla del Tigre y Amapala, donde -además- se observa el cráter en la parte superior.

“Todo lo que es la isla tiene coladas de lava, fíjese que la evidencia de eso es tan contundente que la Isla del Tigre se adoquinó todo el perímetro, ahora usted puede ir y hacer un recorrido por toda la isla, el adoquín lo sacaron de la arena y de la grada volcánica que hay ahí en la isla”, comentó.

Volcanes Inactivos: Gigantes dormidos de Honduras

La arena oscura de las playas del Pacífico de Honduras no está relacionada con la suciedad, pues su color tiene todo que ver con la actividad volcánica. Todo el Pacífico es parte del arco volcánico centroamericano.

No es casualidad, ya que en el sur del país, justo en la isla de Zacate Grande, está ubicado el volcán que erupcionó por última vez hace más de 500 años, según menciona William Wells en su libro “Exploraciones y aventuras en Honduras”.

“Los fenómenos que acompañan las numerosas erupciones de los volcanes que se extienden desde Guatemala hasta Costa Rica, presentan los carácteres geológicos más interesantes y mucho hay que agregar a los hechos ya reunidos por los exploradores científicos. Desde que los españoles fundaron las primeras poblaciones, las erupciones y terremotos han destruido varias ciudades y han desolado el territorio en muchas lenguas”, menciona en la página 207.

El novelista también describió la actividad volcánica de Cosigüina en Nicaragua en 1835, no obstante, todavía está activo, por lo que el geógrafo Pablo Díaz preguntó: “El Cosigüina ahí está, está activo, ¿verdad? Entonces, si el Cosigüina, estando tan cerca de Zacate Grande, está activo, ¿por qué nosotros descartamos esa teoría?, es válida”.

Díaz comparó la cercanía de ambos volcanes, no obstante, Honduras no reporta erupciones en la historia reciente, contrario a lo que ocurre en el resto de países vecinos donde en los últimos 10 años han causado estragos y hasta matado a cientos de personas.

En 2018, por ejemplo, el volcán de Fuego, en Guatemala, hizo erupción de manera sorpresiva, matando a más de 300 personas y afectando a más de 20 mil. Esto significa que muchos de los volcanes siguen activos. Además, hay otros que ya están extintos, es decir, no existe probabilidades de que entre en erupción.

“Los volcanes se clasifican en volcanes activos, que son los que están teniendo erupción y que usted los ve como los de Hawaii, como los de vecinos (en Centroamérica); hay volcanes durmientes, que son volcanes que por lo menos hace unos 500 años no tienen actividad y hay volcanes extintos, de los cuales no se tiene registro en Honduras, nosotros tenemos volcanes durmientes”, explicó Díaz.

$!Esta imagen de Amapala muestra los rastros que dejó la lava en la montaña cuando hizo erupción hace más de cinco siglos. En la parte superior también se ve el cráter.

La geología de Honduras: Un vistazo a sus volcanes

En Honduras hay pocos estudios sobre los volcanes. Incluso, el último mapa fue actualizado hace aproximadamente 15 años, por eso cuando ocurren fenómenos fuera de la cotidianidad la población ni siquiera piensa en la posibilidad de un volcán.

En 2019 ocurrió en el Parque Nacional Pico Bonito, cuando empezó a salir humo en la parte superior de una de las pendientes. Entre las múltiples teorías, se comenzó a hablar de la erupción de un volcán.

Fue hasta que expertos de Guatemala y Nicaragua concluyeron que se trató de un fenómeno hidrotermal, que no representaba peligro, que los pobladores bajaron la guardia, no obstante, vivieron momentos de zozobra.

Este evento pone en evidencia lo que Díaz mencionó: la actividad hidrotermal del país, no solo por las aguas termales, son la evidencia más tangible de que los volcanes de Honduras son durmientes y que se desconoce cuándo entrarán en actividad nuevamente, sin embargo, tarde o temprano ocurrirá.

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