TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Tenía unas horas de haber comprado el taxi en el que laboraría para conseguir el sustento de su familia, pero antes de que terminara el día fue encontrado muerto a causa de varios impactos de bala.
Se trata de Juan Carlos Villanueva Ortez, de 43 años de edad, originario de la capital de la República. El sábado en horas de la mañana, el taxista logró llegar a un acuerdo de compra y venta de un vehículo, con su respectivo número de taxi, para trabajar en el área urbana de la capital en ese rubro del transporte público.
Ya en su taxi, un Toyota Corolla con registro 2430, decidió salir de la ciudad con rumbo a la aldea de Zambrano, en el Distrito Central, a visitar a una de sus hijas, a quien a menudo frecuentaba para llevarle algunos víveres.
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Don Juan Villanueva estuvo por varias horas en la casa de su hija. Cuando pasaban unos minutos después de las 10:00 de la noche, el hombre se despidió de sus parientes y salió de Zambrano con destino nuevamente a la capital, donde residía junto a su compañera de hogar y otros de sus hijos.
En horas de la madrugada, la Policía Nacional fue notificada tras una llamada al Sistema de Emergencias 911 del hallazgo del cadáver de un hombre que estaba tirado en medio de la carretera, en el kilómetro 12 de la CA-5, en las cercanías de la colonia San Miguel Arcángel, en Amarateca.
La Policía acudió al lugar indicado y, en efecto, constataron la veracidad de lo informado. El cuerpo estaba tirado a unos metros frente al taxi y cerca de él quedó su teléfono celular. El carro estaba con las luces encendidas y con la compuerta de la cajuela abierta.
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Hipótesis
Una de las conjeturas es que don Juan Villanueva pudo haber sido asesinado por alguien que viajaba de pasajero en su taxi, aunque su hija relató que su padre salió solo de Zambrano, sin ningún pasajero a bordo.
Se presume que pudo haber subido a alguien más en el camino o terceros le hicieron señal de parada en la estación de San Miguel Arcángel para abordar su taxi. Sin embargo, serán los entes de investigación los encargados de indagar a profundidad lo ocurrido.
El motorista residía en el barrio Bella Vista de Comayagüela. Era padre de ocho hijos, los que procreó con varias parejas.
Sus parientes se enteraron de lo sucedido hasta el domingo en horas de la mañana al ver las noticias en los medios de comunicación y el domingo mismo lo retiraron de Medicina Forense.
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