Apuntes

APUNTES

    08.01.2022

    PÍO. Quinto día de paro en el hospital Mario Mendoza, ayer, y nadie dice ni pío. ¿Y el director? Es una grosería de ese nefasto sindicato que solo en huelga pasa.

    ORDEN. En cualquier país serio esos sindicalistas ya estuvieran en el mamo o fusilados, porque con la salud y la vida del pueblo no se juega. Alba Consuelo debería poner orden.

    VOTOS. En Libre ya empezaron a hacer números de quién tiene más votos para ser el nuevo power del Congreso, si LR, Hugo Noé o Jorge Cálix.

    LUPAS. A oídos de Ebalito, avisan que Xiomara y el olanchano ya tienen listas las lupas para investigar Ciudad Morazán y el rollo de las casas contenedores. Será.

    BOLA. Bien dicen que, muerto el rey, viva la reina... Ya casi nadie le para bola a las actividades de JOH y sus ministros. Si el hombre todavía es presidente y lo será hasta el 27 de enero.

    RELOJ. Ahora, dicen que es triste cuando se acerca la hora de entregar la banda, y que algunos hasta tatarean, entre dormidos y despiertos, la icónica canción aquella: “Reloj, no marques las horas, porque voy a enloquecer”...

    LLORABA. Una vez, un reportero vio a un presidente haciendo cola en las afueras del estadio, encaramado en su limosina y su cortejo de guaruras -por última vez- esperando turno para entrar y entregar la banda, y lo cierto es que ya lloraba.

    GUANTE. Por qué, manda a preguntar Lenir Pérez, el power de Palmerola, solo hablan del aeropuerto y “no hablan de revisar contratos leoninos de energía o revisar beneficios al azúcar”. Al que le caiga el guante...

    SIETE. Fidel, el del Copemh, está en contra, y avisa que quieren descalabrar el sistema, pero sus compañeros le mandan a decir que van a ganar el siete por ciento, contra apenas el dos por ciento que les dan los bancos.

    CONVIENE. Entonces, ¿qué le conviene más a los intereses de los docentes, un siete y un dos por ciento? A ver, dijo el cieguito.

    DEJÓ. Bateado Martellito, por enésima vez, con sus recursos para colarse, ya de perdido, como regidor. Dejó ir la alcaldía de las manos y ahora anda desjuiciado por una regiduría.

    MISMO. Eso le pasa a Martellito por andar siguiendo a aprendices de políticos, que confunden la política con cualquier cosa. Y en lo mismo van a terminar sus otros amigos.