Editorial

Un gran ejemplo

Es el que está dando la municipalidad de Roatán, Islas de la Bahía, al prohibir el uso de botellas y bolsas plásticas para agua, gaseosas, jugos, lácteos, bebidas deportivas, estimulantes, energéticas y alcohólicas.

La prohibición incluye sanciones económicas a las empresas y negocios que incumplan la misma.

Es de resaltar que esta iniciativa, que ha entrado en vigor el pasado viernes, fue aprobada en enero pasado tras una iniciativa que surgió de ciudadanos comprometidos con el medio ambiente en la plataforma de Internet Change.org.

También se debe resaltar que otros municipios, como el de Utila en el mismo departamento, y otras 21 municipalidades del resto del país, están dando pasos importantes para prohibir en sus términos municipales el manejo de plásticos de un solo uso.

Estos productos están causando daños incalculables a los ecosistemas marinos en todo el mundo. Se estima que actualmente existen 150 millones de toneladas de plásticos en los océanos y que anualmente llegan a sus aguas entre 4.8 y 12.7 millones de desechos más.

Ese daño hay que pararlo, hay que revertirlo ahora, y uno de los pasos que deben darse está relacionado con el uso y el manejo racional del plástico.

Todas estas acciones deben ser acompañadas por todos los sectores sociales, sin excepción, pero principalmente por el ciudadano común, por los usuarios del plástico, quienes debemos tomar conciencia de la imperiosa necesidad de introducir cambios en nuestros hábitos para hacer un mejor uso de los plásticos y cuidar así de los ecosistemas naturales.

Trabajemos para cambiar la cultura del usar y tirar y aboguemos por la reutilización y el reciclaje; involucremos a nuestros niños y niñas en este proceso. La Tierra es nuestro hogar, debemos cuidarla y protegerla.