Editorial

¿Negligencia? ¿Indiferencia?

Rony Figueroa, el dirigente del transporte asesinado en Tegucigalpa, denunció 20 días antes de su asesinato, “la terrible situación por las extorsiones” en su punto de trabajo, y advirtió que por sus declaraciones lo iban a matar.

También había demandado protección a las autoridades policiales. Él había interpuesto la denuncia ante las autoridades competentes, las que, a pesar del peso del denunciante (un conocido dirigente del transporte) y de sus fuertes declaraciones en los medios de comunicación, no actuaron con diligencia.

Es más, salieron a decir que la denuncia fue mediática. Más tarde se comprobó que el dirigente del transporte sí formalizó su denuncia ante la Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas (FNAMP), y que en la misma detallaba que en el punto de taxis Los Dolores-Buenos Aires, del cual era presidente, estaban siendo extorsionados y amenazados de muerte.

El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) reconoció también que conocieron una queja desde 2018 y que para entonces ese organismo en coordinación con la Secretaría de Seguridad le dieron algún tipo de protección por tres meses, pero lamentó no haber recibido respuestas de la acción que interpusieron al Ministerio Público.

Lo sucedido evidencia la negligencia con la que se ha actuado en este caso y la indiferencia ante una problemática que golpea fuertemente a la sociedad, pero principalmente a la clase trabajadora, a los transportistas, a los pequeños emprendedores, a los que tienen una pequeña pulpería o una venta de comida.

Las autoridades deben replantearse su actuar frente a estas denuncias, y a problemas como el de la extorsión, que si bien se han vuelto comunes, cotidianos, no tienen que verse como tal. Los protocolos de atención deben ser revisados y no bajar nunca la guardia, porque de su actuar depende la vida de un ciudadano.

Como lo han planteado desde el Conadeh, es tiempo que se entre en una etapa de actuar con la debida diligencia para proteger los derechos humanos fundamentales y poner en el núcleo central de la acción colectiva el fomento de los derechos humanos.