Columnistas

Hechos de doña Xiomara

“Él muda los tiempos y las edades; quita reyes y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos”: Daniel 2:21 (RV 1960).

El pueblo hondureño y la comunidad internacional son testigos de que, en los 18 meses del gobierno de Xiomara Castro, su administración se ha caracterizado por el nepotismo, la ilegalidad, invasiones, violencia de colectivos, inseguridad, confrontación, incapacidad, intolerancia, resistencia al desarrollo económico, abuso de autoridad, y, violando francamente la Constitución y el Estado de derecho.

Nuestro poderoso Dios y el pueblo hondureño la ungieron como la primera mujer presidenta de la nación como respuesta al clamor del pueblo cristiano para terminar con el oprobio del gobierno anterior, para que ella brindara instrumentos de prosperidad, bienestar y estabilidad económica y social a la población, pero infelizmente no ha sido así.

Al asumir el cargo, su investidura presidencial, poder y autoridad, la entregó en manos de su esposo Manuel (“Mel”) Zelaya Rosales, despreciando y botando en el basurero la delegación de Dios y del pueblo, mostrando su incapacidad para gobernar.

Las consecuencias de este desprecio a Dios y al pueblo están allí, se observa el caos y la confusión en los poderes Ejecutivo y Legislativo y, por supuesto, en los que gobiernan, quienes caminan sin rumbo patinando en lo improductivo y estéril.

Un hecho que conmovió al pueblo cristiano de Honduras y del mundo, fue cuando se autorizó el ingreso de brujos y hechiceros en Casa Presidencial, mismo para sacar espíritus malignos; es inaudito y de suma ignorancia que un demonio saque a otro demonio.

La exposición de la Casa Presidencial y del gobierno mismo a estas fuerzas del mal, enemigas de Dios, traerá consecuencias, porque estas prácticas son abominables para Dios. También, desde Casa Presidencial se ha pretendido establecer legalmente la perversa ideología de género distorsionando la mente de nuestra niñez y procurando permitir los matrimonios del mismo sexo. Otra abominación.

Otro hecho negativo de la presidenta es pretender debilitar la institucionalidad de las Fuerzas Armadas de Honduras mediante el sometimiento con doblez de brazo del jefe del Estado Mayor Conjunto a intereses políticos partidarios, poniendo en precario la buena imagen de esta institución armada, quienes son los defensores del imperio de la Constitución.

Felizmente, para las próximas elecciones generales el pueblo cristiano temeroso de Dios, se levanta unido en un poderoso cuerpo electoral y político para exigir y participar de un plan de gobierno con una agenda moral respetuosa de Dios, de sus decretos, mandamientos y de su palabra.

Finalmente, Dios el Señor hace nulo el consejo de las naciones, y frustra las maquinaciones de los pueblos; el rey no se salva por la multitud del ejército...”: Salmos 33:10,16 (RV 1960). Queda planteado.