Columnistas

Gringofobia

A raíz del artículo “Rusofobia”, de mi autoría, aparecido en esta sección de Opinión de este diario en la edición del 3 de marzo del corriente, la redacción de la sección recibió una nota del investigador Ricardo Puerta, donde, con las consideraciones y el respeto debido me pide que escriba, lo que para él sería la “otra cara de la moneda”, un artículo con el título “Gringofobia”, solicitud que atiendo con gusto.

Después de la Segunda Guerra Mundial, en el contexto de la llamada Guerra Fría, los sentimientos de simpatía/antipatía, hacia Estados Unidos y Rusia, fueron creciendo. Una vez finalizada la guerra la economía europea quedó destruida. Fue Estados Unidos con el llamado “Plan Marshall” que impulsó la reconstrucción de Europa y por razones políticas condicionó su apoyo, sometiendo al viejo continente a sus intereses.

En el plano militar en 1949 se formó la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), acción dirigida a enfrentar a la Unión Soviética, por los temores que generaba dado a su activo papel contra las tropas hitlerianas y su apoyo a los movimientos de liberación nacional, especialmente en Asia y África.

En 1955 como respuesta al rearme de Alemania Occidental y su ingreso a la OTAN, la Unión Soviética y otros países que en Europa habían quedado bajo su influencia se constituyó el “Pacto de Varsovia”, que también era una alianza militar.

Cuando la Unión Soviética se desintegró en 1991, países que habían sido parte del Pacto pasaron a las filas del bloque militar bajo el liderazgo de Estados Unidos, y otros, como Yugoslavia, fue sometido a un proceso de balcanización y desmembramiento, empujándola por parte de la OTAN a una guerra sangrienta, sin que el mundo reaccionara ante la destrucción y muertes provocadas.

Después de la Segunda Guerra Mundial, se inició un movimiento liberador en las excolonias, cuya mayor expresión fue Vietnam. El pueblo vietnamita perdió casi un millón de personas y los estadunidenses cerca de 60 mil soldados. El sentimiento antiestadounidense creció en el mundo.

Por iniciativa de Estados Unidos, en septiembre de 1947 se constituye “El Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca” (TIAR), dicho tratado establecía la defensa colectiva, en caso de agresión, a cualquier país americano. En 1982 se dio un conflicto armado entre Argentina y el Reino Unido, en el cual se disputaron las islas Malvinas.

Ningún gobierno latinoamericano y menos Estados Unidos invocaron el TIAR para defender la soberanía de un país hermano. Cuando los ingleses, en esa guerra, hundieron el crucero General Belgrano de la armada argentina, provocando la muerte de 223 soldados, la opinión pública apenas fue informada del suceso.

Cuba lleva más de seis décadas de un bloqueo impuesto por Estados Unidos, buscando terminar con el gobierno de aquel país. Todos los años la ONU en su asamblea anual condena esa acción y pide su suspensión, el gobierno estadounidense ni se inmuta, en un irrespeto a la opinión pública internacional.

Es necesario que las fuerzas pacíficas del mundo luchen por un mundo de paz, sin bloques militares, por el desarme mundial, eliminando toda amenaza fascista y toda discriminación y bloqueos.