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¿'Custodios” o cómplices del crimen?

La reciente muerte violenta de un custodio, del administrador de la granja penal en San Pedro Sula y de su primo sentenciado por robo, a quien llevaba de paseo en un lujoso vehículo, confirma por enésima vez la podredumbre en las prisiones hondureñas, donde ciertos funcionarios no son el látigo de temibles malhechores sino sus fieles protectores.

Hugo Gerardo Hernández Soto, con mando en la cárcel sampedrana, iba en un auto valuado en casi un millón de lempiras junto a su pariente Cristian Alejandro Hernández Licona y el policía José Concepción Sánchez. Fueron ajusticiados por hombres encapuchados cerca de la universidad del Valle de Sula.

Un reo condenado por robo y otros delitos era primo del “administrador” del penal. Portaba revólver y una granada de uso militar. Andaban de compras y, de paso, custodiados a bordo del pomposo automóvil cuya estructura recibió más de cien disparos de AK-47. ¡Y las autoridades calladitas!

“Ajuste de cuentas” o baja de estorbos son algunas hipótesis que, a nuestro juicio, podrían estar ejecutándose contra altos jefes penitenciarios. En marzo pasado cerca del sector de El Durazno en esta capital fue asesinado Santos Juan Andrés, subdirector de la Penitenciaría Nacional en Támará, Francisco Morazán.

Dos meses después en el barrio Las Palmas de la costa norte fue ultimado junto a dos de sus guardias el segundo a bordo de la granja sampedrana Silvano Posadas. La Policía capturó a sus posibles asesinos, pero su crimen sigue oscuro al igual que el de Andrés. ¿Y don Julián?

El 14 de octubre anterior, tras salir de su trabajo, murió a tiros el teniente del ejército Jorge Alberto Regalado quien sucedió en el cargo a Andrés. Su cadáver quedó tendido en una caseta en el valle de Támara. Un mes después matan a Hernández, al reo “turista” y su escolta.

Nadie aclara nada sobre estos crímenes sistemáticos. ¿Están molestas las mafias o los señoríos están embarrados con el bajo el mundo? Si ráfagas de balas siguen despedazando sus vidas y los de arriba enmudecen más de alguno anda en malos pasos. ¿En manos de quiénes están los penales?

*Periodista