La pandemia por el covid-19 es un asunto mundial que solo puede combatirse con respuestas globales. Por ello, en abril de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Unión Europea y varios de sus Estados miembros, como Alemania, España y Francia, lanzaron la iniciativa Acces to covid-19 Tools (ACT), que reunió gobiernos, organizaciones internacionales, científicos, sector privado, sociedad civil y donantes individuales para asegurar un acceso equitativo a los tres pilares de la lucha contra el covid-19 : diagnóstico, tratamiento y vacunas. Es una respuesta colaborativa, universal y solidaria a la pandemia.
Covax es el pilar para asegurar que cada persona vulnerable, sin importar sus recursos económicos ni el país en el que viva, acceda a la vacuna. Porque nadie estará a salvo hasta que todos lo estemos.
Gracias a Covax se desarrollaron vacunas en menos de un año, financiando investigación, ejecución de estudios clínicos y creación de capacidad de fabricación; garantizando además, entregas una vez las vacunas estén autorizadas.
El éxito de la vacunación depende de su alcance global, por ello la iniciativa multilateral Covax busca garantizar el acceso a las vacunas a millones de personas en todos los continentes independientemente de sus ingresos.
Con la aportación de gobiernos y organizaciones se consignaron más de 1,300 millones de dosis para 92 países, entre ellos, Honduras. La Unión Europea y sus Estados miembros contribuyen con más de 2,600 millones de dólares, más del 50% del presupuesto actual de Covax.
Así, se garantiza que Honduras pueda vacunar a un porcentaje de su población, más allá de la obtención de más vacunas por otros medios, a través de donaciones o con los recursos públicos y privados del país. Recientemente, Covax confirmó a Honduras el primer lote de vacunas que llegó el pasado sábado, y al que seguirán otras dotaciones hasta alcanzar un 20% de la población lo más pronto posible. La cantidad exacta de dosis y el calendario de entrega son definidos en función de la precalificación de vacunas por la OMS y la capacidad de producción de los fabricantes.
La pandemia ha demostrado que los grandes retos mundiales exigen respuestas comunes, multilaterales y de alcance global. Covax es una respuesta sin precedentes coliderada por GAVI, la OMS y la CEPI (Coalition for Epidemic Preparedness Innovations) con retos financieros y logísticos nunca vistos y de enorme complejidad. Esto la hace susceptible a la desinformación, la otra epidemia contemporánea que atenta contra el fin último de asegurar la salud de todos. Combatir la desinformación requiere la mayor unidad posible, pues afecta a cada persona.
La vacunación efectiva es uno de los desafíos más importantes de nuestro tiempo. El acceso equitativo mundial a la vacuna es la mejor forma de lograr juntos esta meta. Naciones Unidas y la Unión Europea están con Honduras y el pueblo hondureño en esta carrera.