Mientras resonaban los cañones y los pífanos de guerra en los campos de batalla de las luchas de independencia en Hispanoamérica y las campañas de Bolívar imponían una nueva fisonomía política a las antiguas posesiones españolas en el continente, en el primer tercio del siglo XIX gozaban de espléndida acogida entre los lectores de lengua castellana de ambos lados del Atlántico las novelas sentimentales al estilo de ‘Zulime’ (1740) de Voltaire -traducida por Andrés Bello al castellano y leía por Bolívar en 1806-, repletas de casos de abnegación, generosidad, ternura, constancia y lucha contra el destino (Montesinos, 1983; Jaksic, 2001, citado por Establier, 2015).
El investigador Montesinos (1983) ahonda en este postulado indicando que el gusto por el binomio ‘aventura medieval-drama sentimental’ “[...] aparece en otras novelas de la época, algunas de ellas provenientes también de pluma femenina y espléndidamente recibidas [en España e Hispanoamérica] como la ‘Matilde’ de Madame Cottin que alcanza innumerables ediciones en español antes de la mitad del XIX, siendo la primera la de 1821” puesta en circulación por la librería madrileña Tejada. Una parte importante de estas novelas llegaron al Perú independiente y al Honduras republicano vía Panamá desde “[...] La Palloza dentro de la zona portuaria de La Coruña” transportadas anualmente por una fragata-correo española que tocaba previamente La Habana (Raffo, 2022). En este contexto de pasión por la lectura por parte de las elites de las nuevas repúblicas americanas, la única novela de María Belloumini pareció gozar de buena reputación a juzgar por el número de reimpresiones que se hicieron en Lima.
Belloumini, ibicenca de origen, se define como traductora de un texto en francés hallado -en muy mal Estado por casualidad en su casa de campo (Cantos, 2010) al que titulará “La invención del órgano o Abassa y Bermécides” y que la ya mencionada imprenta de la librería Tejada publicará en 1831. La novela narra la historia de Bermécides, quien fue un personaje célebre entre el pueblo persa, amante de las artes, gran visir y favorito del califa Harún-Al-Raschid. Bermécides crea el instrumento musical llamado órgano que es enviado por el califa a Carlomagno, convirtiéndose así -según la autora- en el primero que llegó al continente europeo. Bermécides es honrado con cuantiosos premios, pero lleva como terrible secreto que es cristiano y que está enamorado de Abassa, hermana de Harún-Al-Raschid. A pesar de las diferencias sociales y religiosas, los amantes conciben un niño. Pronto los tres deberán enfrentar la ira del califa quien los persigue aun cuando ellos huyen a Europa. Luego de múltiples peligros y vicisitudes que los separan temporalmente triunfa el amor lográndose que todos se reúnan -Bermécides, Abassa y el niño- y vivan una vida de “paz y armonía”. Sin embargo, la real protagonista de esta trama es Abassa que, por amor, se enfrenta a su hermano y a otros funcionarios reales que representan las reglas sociales de una época.
Sin embargo, algunos cuestionan la originalidad del relato. De acuerdo con la investigadora Establier (2015) “[...] María Belloumini extracta esta historia de entre todas las demás que conforman el entramado Meta Narrativo de ‘Les chevaliers du cygne’ y, al trasladarla al español, no duda en realizar la selección del material literario y las transformaciones necesarias para convertirla en una unidad narrativa perfectamente cohesionada e independiente, demostrando en el proceso una conciencia autorial –y novelesca– que queda fuera de dudas”. Es decir, Belloumini hace suya la obra inicial y la adapta al público al que va dirigido. Seoane (2011) señala que “Les chevaliers du cygne ou la cour de Charlemagne” fue una novela en tres tomos -de contenido histórico y moral- escrita por la condesa de Genlis en 1795.
Los especialistas se preguntan a qué se debió el éxito de esta única novela de Belloumini en la joven América Latina republicana de principios del siglo XIX. Ellos responden destacando el “dramatismo amoroso de la propia historia narrada, una pasión imposible entre razas y religiones diferentes, plagada de desesperación, de pasión incontrolable, de lágrimas, de desafíos a las convenciones y a la autoridad; [...] el amor de Abassa y Bermécides refleja las repercusiones del fanatismo religioso y del autoritarismo familiar y social que parecían pesar sobre la libertad y la felicidad femeninas” del momento (Macchi, 2009; Establier, 2015).
Regresando a María Belloumini, su heroína es una mujer esclavizada, oprimida por las normas, que, sin embargo, lucha por defender su derecho a elegir y a cambiar su destino. Su protagonista femenina cuenta con voz propia y fuerza argumental. Aunque para la investigadora Cantos (2010), la gaditana Frasquita Larrea es la singular feminista hispana del temprano siglo XIX, Belloumini fue de las poquísimas novelistas que incursionó en narrativa histórica hasta 1830; su forma precursora de presentar a la mujer contribuyó, sobre todo en las sociedades de América Latina, al progresivo avance femenino de conquista de espacios en la literatura de España y Latinoamérica del s. XIX (Establier, 2015).
* Jorge Raffo es Embajador del Perú en Honduras