Recién había pasado la huelga de 1954 cuando Napoleón Acevedo Granados, siendo todavía un joven de 22 años, se incorpora en 1956 a la actividad laboral en una de las empresas bananeras que operaban en el país. Aprovechando la coyuntura de uno de los logros de la huelga bananera, la libre sindicalización, se incorpora como activista primero y luego como dirigente de lo que en la actualidad lleva por nombre Sutrasfco. En los años de posguerra, Honduras, al igual que otros países del continente, experimentaba un cierto crecimiento derivado de las necesidades que tenía el mercado mundial. Se abrían fuentes de empleo, se iniciaba un crecimiento de los servicios públicos y el Estado expandía sus funciones en varias actividades. La llegada al poder de Villeda Morales en 1957, era la respuesta política que la expansión económica y la necesidad de una infraestructura productiva de tipo capitalista exigía. Honduras entraba a una etapa de desarrollo de las expectativas de manera creciente. La demanda de productos agrícolas y materia prima en el mercando mundial generó cambios en la estructura productiva de la nación y, desde luego, permitió el fortalecimiento y desarrollo de nuevos grupos sociales, especialmente la burguesía nacional y un sector obrero en otras actividades no controladas por las compañías bananeras.
Por mucho tiempo los sindicatos bananeros fueron el pilar fundamental del movimiento obrero hondureño. El Sitraterco y el Suftrasfco eran las organizaciones más fuertes y su influencia en la constitución de sindicatos, federaciones, confederaciones obreras y campesinas era parte de ese desarrollo social. Estos sindicatos fueron la base del surgimiento de la Confederación de Trabajadores de Honduras (CTH), en 1964.
En ese contexto fue perfilándose como dirigente sindical Napoleón Acevedo Granados. Después de ocupar varios puestos en la base del sindicato de la Standar Fruit Company, llegó a la presidencia de la junta directiva y por muchos años activó en favor de los trabajadores de la transnacional bananera, su liderazgo fue interrumpido a finales de la década del setenta por la acción represiva del gobierno, que en una intervención militar al mando del entonces coronel Gustavo Álvarez Martínez impuso una directiva al servicio de la patronal, con lo cual se debilitó la organización e inició un periodo de debilitamiento de toda la estructura sindical en el país. Dado a su experiencia y prestigio, Napoleón Acevedo Granados participó en la fundación de la Federación Unitaria de Trabajadores de Honduras (FUTH), siendo su primer presidente desde 1981 a 1985. La historia del movimiento sindical hondureño no se podría contar si no se hace referencia a este líder sindical que dedicó gran parte de su vida a la causa de los trabajadores en momentos difíciles, pues el hecho mismo de ser sindicalista era causa suficiente para sufrir persecución de regímenes represivos al servicio de empresarios nacionales y extranjeros. Napoleón Acevedo Granados ha muerto. Gloria eterna al luchador, al amigo, al compañero de trabajo en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Lo recordaremos siempre.