Los operativos que realizan son insuficientes porque los buses y taxis siguen operando con megaparlantes que contrastan muchas veces con los vehículos viejos y deteriorados.
Si bien el problema del ruido es un asunto que atañe a la cultura de una gran parte del hondureño, tiene que ver también con el hecho de que se crea un círculo vicioso, ya que tanto tiempo expuestos a estos ruidos que los motoristas se van quedando sordos y, sumado al ruido del taxi o bus, no escuchan la música si no está a todo volumen.
Hay que mencionar también lo peligroso que es que estos conductores vayan con la música a todo volumen, ya que no escuchan lo que pasa adentro de sus unidades ni lo que sucede en el exterior, aumentando el riesgo de accidentes. Las autoridades de Transporte deben tomar medidas en beneficio de los pasajeros, que son la mayoría y que tienen que soportar estos radios a todo volumen, con música por lo general horrible, sobre todo el reguetón, aunque ese tema ya merece un comentario aparte. Por favor, autoridades, hagan su trabajo.
Rubén Gómez
Ciudadano