Antes, deseo expresar mi más sentido pésame a la familia del estimado abogado Ovidio Navarro, ex fiscal general de la República, por su sensible fallecimiento, amigo de mi padre Rigoberto Espinal Irías y de mi madre Alejandrina Ferrufino, ambos ya fallecidos, con quienes fue compañero en el Instituto Vicente Cáceres. Mi padre también fue su asesor en el Ministerio Público (QEPD).
El próximo 13 de noviembre se presentarán las planillas para cargos de elección popular, por lo que es importante hacer la siguiente reflexión: para saber cuáles son las intenciones de los aspirantes a presidente que a su vez son los que dirigen los movimientos que participarán en las internas de marzo del 2021 basta con ver quiénes son las personas que han escogido para que los acompañen en las planillas para diputados y alcaldes. Como expresan los jóvenes, “ahí no hay que enchibolarse mucho”, o como decía mi abuela, “Dime con quién andas y te diré quién eres”. Es decir que podemos conocer realmente a una persona a través de sus amigos, de su compañía. Asimismo ese refrán nos recuerda de la importancia que pueden tener las influencias negativas o positivas de un grupo sobre un individuo.
Es de todos conocido que mediante los cargos de elección popular el narcotráfico y los corruptos han colocado hombres y mujeres de dudosa reputación dentro de los movimientos políticos a quienes financian para después utilizar a su antojo. Lo más seguro es que esas piezas sean impuestos vía fraude o mediante la compra de conciencia del principal líder del movimiento vía grandes sobornos para que se los coloque en sus planillas directamente el líder o sus colaboradores más cercanos y que son influyentes en el aspirante.
Así funciona la política en nuestro país. Las personas humildes, los profesionales capaces o aquellos que han demostrado que de verdad tienen un compromiso con Honduras en sus diferentes ocupaciones, simplemente no tienen opción ni siquiera a que los consideren para ser parte de esas planillas.