Cartas al editor

Encuestadores

En toda investigación mediante encuestas, además de los aspectos puramente metodológicos, hay otros de carácter práctico, menos controlables, y de indudable interés.

Me refiero a aspectos relacionados con la forma de conducirse los encuestadores en las distintas fases de la investigación, que implica cuestiones tales como la estrategia a utilizar para acceder al entrevistado o cómo organizar el conjunto de ítems, a veces voluminoso, para que resulte fluido en su aplicación.

A juicio de los propios encuestadores, las etapas de diseño del muestreo y del cuestionario no suelen contemplar las situaciones reales que aparecen durante el trabajo de campo.La trama urdida hace unos días por el INE ha situado a la figura del entrevistador en el ojo del huracán.

Entre otras consecuencias, la actuación irregular de la desinformación ha conseguido poner en tela de juicio el buen hacer y la profesionalidad de los encuestadores, da-ñando así la imagen de una de las piedras angulares de la industria de la investigación, de la que depende el correcto funcionamiento de todo el sistema.

Por ello, he querido conocer de primera mano quiénes son, cómo trabajan, a qué controles se ven sometidos y cuáles son las dificultades a las que enfrentan en su trabajo diario los entrevistadores de este país.

Me detengo. Miro con más atención a aquella persona que ha detenido mis pasos. Realizando una encuesta en plena tormenta, en un barrio popular del distrito.

Esta gente carga historias de vida, esta transformación cotidiana y ordinaria en la cual cada encuestador proporciona al prójimo el fruto de su experiencia singular, en una voluntad de participar en la elaboración colaborativa de nuevos temas de investigación susceptibles de provocar un cambio, un movimiento social real o simbólico en este escenario del socialismo democrático.