Cartas al editor

El valor de la confianza

Nuestras responsabilidades como gerentes de compañías son muchas: desarrollar un excelente equipo, estructurar nuestras organizaciones de la mejor forma posible, asegurarnos de que la compañía esté alcanzando sus objetivos y planear para el futuro. Otro de los desafíos a los que nos enfrentamos es llenar la organización con un sentido de confianza. Las empresas que inspiran confianza tienen mejores relaciones y, al final, la confianza puede hacer que el trabajo sea más placentero.

Cuando se confía en las personas, estas producen mejores resultados. Uno de los métodos tradicionales para impulsar un comportamiento en una compañía es dar recompensas externas, como aumentos de sueldo o beneficios. Estos beneficios externos funcionan, pero también invitan a un comportamiento que está ligado con estos incentivos. La confianza es diferente. Esta crea un entorno que apela a motivaciones intrínsecas en las personas. Se relaciona con un mejor desempeño y con un sentido de compromiso hacia los proyectos, incluso si las tareas en sí son aburridas.

Crear más confianza en una organización podría parecer contrario a la intuición de tener procesos y estructuras, que tienen el propósito de minimizar riesgos y errores. Sin embargo, estas son herramientas para todas las personas en la organización: cuando se confía en las personas, estas pueden tomar los procesos e infraestructura de la compañía y desplegarla para sus usos. En pocas palabras, en una organización en la que hay confianza las personas estarán más comprometidas con lograr los objetivos de la compañía.

Como en todo, la mejor forma de descubrir cómo funcionará la confianza para ti y tu organización es experimentando. Algunas cosas funcionarán y otras tendrán que ajustarse con el paso del tiempo. Sin embargo, una mayor autonomía y confianza crearán una organización más dinámica y comprometida.