Por: Eric Lipton y Kirsten Grind/ The New York Times
El Presidente Donald J. Trump lleva un mes en el cargo y el imperio empresarial de Elon Musk ya se está beneficiando —o está ahora en una posición decididamente mejor para hacerlo.
Trump y Musk, el hombre más rico del mundo a quien el Presidente ha otorgado enorme poder, han estado desmantelando agencias del Gobierno federal. Trump ha despedido a altos funcionarios y expulsado a empleados de carrera. Muchos lideraban investigaciones, cuestiones de aplicación de la ley o demandas pendientes contra las empresas de Musk.
Musk también se ha beneficiado de las renuncias de los reguladores de la era Biden, dejando el control de las principales agencias reguladoras en manos de designados republicanos más empáticos supervisando esas demandas.
Al menos 11 agencias federales afectadas por esas acciones tienen más de 32 investigaciones en curso, quejas pendientes o acciones de imposición de la ley involucrando las seis empresas de Musk, arroja una revisión de The New York Times. Las investigaciones incluyen las multas impuestas por la Administración Federal de Aviación a SpaceX, la compañía de cohetes de Musk, por violaciones de seguridad, y una demanda de la Comisión de Bolsa y Valores que presiona a Musk para que pague al Gobierno federal quizás hasta 150 millones de dólares, acusándolo de haber violado la ley de valores.
La Junta Nacional de Relaciones Laborales, una agencia independiente de vigilancia de los derechos de los trabajadores, tiene 24 investigaciones involucrando a las empresas de Musk. Desde enero, Trump ha despedido a tres funcionarios de esa agencia, incluyendo a un miembro del consejo, paralizando la capacidad de la junta para dictaminar sobre casos hasta que Trump nomine a nuevos miembros.
En la Oficina de Protección Financiera del Consumidor, una base de datos pública muestra cientos de quejas contra la empresa de autos eléctricos Tesla, en su mayoría relacionadas con cobros de deudas o problemas de préstamos. La Administración Trump ha ordenado a la agencia suspender todas las investigaciones. La oficina también habría regulado los nuevos esfuerzos de Musk por lanzar un servicio de pagos en X.
Musk tiene 100 contratos que son supervisados por múltiples agencias gubernamentales —incluyendo las de espacio, medios, valores financieros y seguridad vial. Sus empresas han asegurado contratos con valor de 13 mil millones de dólares en los últimos cinco años. También ocupa un puesto extraordinario creado por Trump que le permite revisar el gasto y la dotación de personal de todo departamento del poder ejecutivo vía su iniciativa de reducción de costos, el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
La posibilidad de que Musk esté involucrado en decisiones sobre las agencias con las que sus empresas hacen negocios preocupa a los ex abogados de ética de la Casa Blanca en Administraciones demócratas y republicanas por igual.
Hasta ahora, no se ha abandonado formalmente ninguna investigación o demanda que involucre a Musk y sus empresas desde el inicio de la Administración, dice más de una docena de funcionarios federales actuales y anteriores. The Times tampoco halló evidencia de que Musk ordenara directamente que se cancelara o retrasara alguna investigación involucrando una de sus empresas.
Musk ha tenido una relación combativa con los reguladores. Ha llamado “cabr...” a la Comisión de Bolsa y Valores, y SpaceX ha demandado a la junta de relaciones laborales, argumentando que es “inconstitucional” después de que la agencia alegó que la compañía había maltratado y despedido ilegalmente a algunos trabajadores.
“Si las reglas son tales que no puedes avanzar, entonces tienes que pelear contra las reglas”, dijo Musk en una biografía autorizada.
Los demócratas del Congreso y abogados externos que se especializan en ética y contratación gubernamental han cuestionado la posición de Musk. Pero el 9 de febrero, Trump dijo que Musk “no está ganando nada” con el cargo. Los funcionarios de la Casa Blanca agregaron que recae en Musk vigilar sus propias acciones.
“Si Elon Musk se topa con un conflicto de intereses con los contratos y el financiamiento que DOGE está supervisando, entonces Elon se excusará de esos contratos”, dijo Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca.
El 10 de febrero, Trump despidió al jefe de la Oficina de Ética Gubernamental, una agencia independiente. La oficina tenía solicitudes pendientes para investigar a Musk con base en acusaciones de los demócratas en el Congreso de que el papel de Musk crea un conflicto de intereses inevitable.
Jessica Silver-Greenberg y Aaron Krolik contribuyeron con reportes a este artículo.
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