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México se enfrenta al reto de reconstrucción

Peña Nieto reconoce que no hay esperanza de encontrar con vida a 68 desaparecidos por alud.

    22.09.2013

    Los remanentes de las tormentas que provocaron al menos 101 muertos y 68 desaparecidos en México comenzaban a disiparse para abrir paso a un nuevo reto para el gobierno: la reconstrucción de la infinidad de casas, escuelas y carreteras destruidas por múltiples deslaves y desbordamientos de ríos.

    'El número de decesos relacionados con los fenómenos meteorológicos ha aumentado de 99 a 101', informó en su último reporte el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Además, se tiene un recuento oficial de 200.000 damnificados y 58.531 personas evacuadas.

    Los ciclones Manuel e Ingrid golpearon de forma casi simultánea las dos costas de México desde el fin de semana pasado. Este fenómeno no ocurría en el país desde hace 55 años, y esta vez afectó dos terceras partes del país.

    Ambos fenómenos meteorológicos llegaron a alcanzar la categoría de huracán categoría 1 -de las 5 de la escala Saffir-Simpson-, aunque actualmente se encuentran en 'proceso de disipación', según el último reporte del Servicio Meteorológico Nacional.

    No obstante, los efectos de las inusuales tormentas siguen lacerando a México.

    En Guerrero, el estado más devastado que tiene costas en el Pacífico, una alejada comunidad montañosa llamada La Pintada sufrió un gran alud que dejó dos muertos y 68 desaparecidos, mientras que en Acapulco cerca de 60.000 turistas quedaron varados durante cinco días.

    Hasta la última hora del viernes, unos 35.000 vacacionistas lograron salir vía terrestre -en vehículos particulares y autobuses de pasajeros-, que aunados a los 27.000 que partieron en avión suman cerca de 62.000 turistas evacuados, estimó Gerardo Ruiz Esparza, titular de la secretaría de Comunicaciones y Transportes.

    Tras inundarse el sábado pasado, el aeropuerto internacional de Acapulco cerró sus puertas, pero las autoridades organizaron vuelos que salían directamente desde la pista de esa terminal y desde una base aérea militar.

    Ruiz Esparza aseguró que el domingo 'prácticamente estará ya en servicio normal' el aeropuerto de Acapulco.

    Tras distribuir toneladas de alimentos y medicinas en todas las comunidades que quedaron aisladas -excepto en dos enclavadas en lo alto de unas montañas con espesa neblina-, el gobierno se concentra ahora en 'lograr que la normalidad nuevamente prevalezca en esta entidad (Guerrero) y en todos los otros estados' del país mexicana, dijo el presidente Enrique Peña Nieto.

    El mandatario, quien canceló su asistencia la semana próxima a la Asamblea de Naciones Unidas, en Nueva York, permanecerá el fin de semana en Guerrero 'con las autoridades y voluntarios que se han unido' a las tareas de reconstrucción.

    Costosa rehabilitación para un país con bajo crecimiento

    Los daños de la extraordinaria combinación de los dos ciclones son aún 'incalculables', dijo Osorio Chong a Radio Fórmula.

    Y valorarlos no será una tarea sencilla. Guerrero, por ejemplo, uno de los estados más pobres de México, tiene una topografía muy irregular, llena de montañas y ríos, donde habitan en pequeñas comunidades una gran parte de sus 3,3 millones de habitantes, lo que dificulta contabilizar los daños que sufrieron sus habitantes.

    A nivel nacional, las inundaciones provocadas por Ingrid y Manuel generaron daños en un total de 1,5 millones de casas de 22 de los 32 estados del país y afectaron severamente al menos 72 carreteras, según los primeros cálculos oficiales.

    El gobierno de México, que en agosto revisó a la baja la proyección del crecimiento económico para este año de 3,1% a 1,8%, tendrá que desembolsar sólo para rehabilitar las carreteras 40.000 millones de pesos (3.000 millones de dólares), según Comunicaciones y Transportes.

    Por su parte, el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, estimó que sólo en su estado los daños ascenderán a un costo preliminar de 380 millones de dólares.

    A principios de semana, el secretario de Hacienda, Luis de Videgaray había dicho que hay un fondo de 12.000 millones de pesos (unos 916 millones de dólares) para enfrentarse a las consecuencias de desastres naturales.

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