Siempre

La columna dominical de Octavio Carvajal: El árbol de oliva

Hay 4 diputados –dos chaparros y dos medianos– a quienes les espera la puerta negra en EE UU. ¿Han oído de Francisco Palmieri? Si tienen duda llamen a Heide B. Fulton

06.01.2018

Tegucigalpa, Honduras
Aunque varios cachos dicen “merecer” la presidencia del Congreso Nacional, intuimos que Mauricio Oliva repetirá cuatro años más porque en la primera tanda exhibió su tonelaje que pocos políticos prueban para pactar fuertes y numerosas luchas. El próximo hemiciclo estará otra vez polarizado y urge de mucho colmillo para tener un árbol de oliva.

Si la discutida regencia de la República recayó nuevamente en manos de Juan Orlando Hernández Alvarado, los nacionalistas –si aún oyen– deben sepultar sus extremas codicias por la cabeza de la cámara legislativa. Se habla de que Oliva, Reynaldo Sánchez (íntimo de Pepe Lobo) y Samuel Reyes lucharán por el puesto por ser los diputados más votados.

Fallas
Hernández Alvarado sabe qué y quiénes le allanaron o no el camino a la hora del reñido escrutinio que lo dejó como ganador con más de 50 mil votos. JOH “nació” en el Congreso y entiende muy bien cómo mover el ajedrez político y económico en los 298 municipios donde su partido recién consolidó 182 alcaldías (61 por ciento) y 61 congresistas.

Fuego.

Si el presidente Juan Orlando Hernández Alvarado tendrá sinnúmero de reclamos, el Poder Legislativo también será una hoguera en la medida que sus miembros se aparten del camino torcido y aprendan a cumplir los reclamos populares.

Días antes de los comicios el lempireño vaticinó que lograrían 57 curules pero las teclas marcaron cuatro más, lo que indica que Oliva es el as bajo su manga. El hombre del sur jugó a ganar. Parece que al número uno del parlamento no se le va chancho con mazorca. Movió y consintió muy bien a toda su gente. Ningún “analista político” acertó con las cifras.

Si los cachurecos superaron la meta en diputaciones y alcaldías, Hernández Alvarado está más que claro en quienes fiará su plena confianza y apoyo para elegir la nueva junta directiva del Congreso Nacional que tomará posesión el próximo 25 de enero. La mayoría de caras es conocida pero una buena porción –aunque “leída”– no sabe ni quién fue Cristóbal Colón.

Aguacate
Será un Congreso diverso, tal vez más polarizado que el anterior con la diferencia que el partido gobernante dobla en cupos a sus rivales. Uno de los ausentes será el expresidente Manuel Zelaya Rosales, quien a su modo democrático heredó el puesto a su hermano Carlos Zelaya Rosales (Carlón), a quien le hechiza tomar café con su pana Jorge Cálix. ¿Verdad, Jorgito?

Podríamos citar una lista completa y descriptiva de cada inquilino del hemiciclo pero Hernández Alvarado no debe vacilar a quien “bendecirá” para el Poder Legislativo. Que acabe el show entre extremistas y conservadores. Si tienen trifulcas recuerden el querido aguacate, a sus suplentes (unos cuantos chaparritos) y a otros que les atonta los narcocorridos. Ellos aflojan chorros de billete por el cáliz.

Cuevas

Hay unos parlamentarios que gritan honestidad y muy pronto se rendirán ante la DEA porque los muy bandidos salen en grabaciones y fotografías pidiendo y recibiendo dinero del mundo narco en los gloriosos tiempos de los lobos y lobas.

Lo que falta por ver es si ciertos diputados dejan de aullar apenas los pida seriamente la Oficina para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés). No cabe duda que si los ánimos se exacerban dentro y fuera del Congreso, el calmante será la expedita extradición por narcotráfico y lavado de activos de varios trajeados. Los pactos se cumplirán pronto.

Olivo
De repente en el infringido “caiga quien caiga” se vayan parleros que ahora se hacen los idos a sabiendas de que eran amigos de parranda de Los Cachiros, de Los Valle, del “Negro Lobo” y de otros capos de la droga presos en Estados Unidos. Demás estaría decir sus nombres si fueron mundialmente divulgados por la prensa. Oliva, Sánchez y compañía saben que aunque brinquen y nos hablen de virtud en rayadas y escuálidas “sesiones legislativas” unos cuantos “honorables” deberán alistar maletas para dormir buen tiempo en cárceles del imperio. Los políticos narcos tienen que caer.

Ni oficialistas ni opositores merecen más chances. Si tanto aman el país releguen sus gritos por apetitos personales. Mocionen por mermartributos (tal como juraron en campaña), no se peinen el dinero (millonarios subsidios) para reducir la pobreza y aumentar la riqueza de ustedes. Dejen el circo para que no los sigan viendo como parásitos.

Algunos de ustedes dejarán de brincar cuando los cargue la DEA pero antes háganse un exorcismo, purifiquen su espíritu y confiesen sus picardías. Devuélvanle al pueblo lo que le han robado para que la patria sea un valle de oliva.