Hondureña intentó autodeportarse, pero ICE no la dejó porque no tenía antecedentes

Yésica Paola Ramírez, hondureña de 29 años, intentó autodeportarse desde Houston, Texas, debido al temor de ser detenida por las redadas migratorias

  • 21 de julio de 2025 a las 00:00
Hondureña intentó autodeportarse, pero ICE no la dejó porque no tenía antecedentes

Choluteca, Honduras.- Yésica Paola Ramírez, una hondureña de 29 años, intentó entregarse voluntariamente al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) para ser deportada junto a su hija desde Houston, Texas.

Sin embargo, su solicitud fue rechazada por no contar con antecedentes penales.

Ramírez migró a Estados Unidos a finales de septiembre de 2023, con la intención de trabajar y adquirir una prótesis de pierna y brazo, luego de perder ambas extremidades en un accidente ocurrido en Honduras años atrás.

Según explicó en una entrevista a CNN en Español, la falta de empleo y el temor por las redadas migratorias la llevaron a tomar la decisión de autodeportarse a inicios de 2025.

“Los agentes ya estaban tocando las puertas de los apartamentos. Dije: si me agarran y me deportan, a mi hija me la dejan”, relató Ramírez, quien decidió entonces presentarse voluntariamente ante ICE.

Según su testimonio, los funcionarios verificaron sus datos en el sistema y le indicaron que no podían proceder con la deportación porque no tenía antecedentes criminales ni registros de detención. Tras esta negativa, acudió a Migración, donde recibió la misma respuesta.

Al no encontrar una vía oficial para regresar a su país, buscó apoyo económico entre la comunidad hispana en Houston para reunir el dinero necesario y comprar los boletos de avión.

Finalmente, logró regresar a Honduras junto a su hija el pasado 24 de febrero.

Durante su estadía en Estados Unidos, Ramírez no logró reunir los fondos suficientes para adquirir las prótesis que necesita, ni fue beneficiaria del bono de mil dólares ofrecido por el gobierno del presidente Donald Trump a personas que se autodeportaran bajo el programa SIP One.

Ramírez explicó que su decisión de migrar también fue motivada por el rechazo social que enfrentaban sus hijos debido a su discapacidad física.

“Me les decían que tenían una mamá de pata de palo”, contó. Su objetivo era mejorar su calidad de vida y la de su familia, y evitar que sus hijos siguieran siendo víctimas de burlas.

Actualmente, vive en su casa en San Bernardo Choluteca, zona sur de Honduras, y asegura que no tiene intención de regresar a Estados Unidos.

“No quiero saber de Estados Unidos ni en pintura”, declaró.

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Redacción web
Redacción

Staff de EL HERALDO, medio de comunicación hondureño fundado en 1979.

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