Por más de dos meses, tres hombres han permanecido hospitalizados en el mayor centro asistencial de Honduras sin que un rostro familiar haya acompañado sus horas de sufrimiento.
Sin más apoyo que el del personal que les ofrece una mano o una sonrisa en ausencia de sus familiares, José Mercedes Banegas, Teodoro Reyes Méndez y Elías Ramos pasan los días en las camas del que se ha convertido en su hogar, ante el abandono del cual han sido objeto.
José Banegas y Teodoro Reyes se encuentran ingresados en la sala de Ortopedia de hombres, en la cama 7 y 37, respectivamente.
Banegas es originario de San Jerónimo, Comayagua, en la zona central de Honduras. Su estado es estable; sin embargo, necesita de una persona que cuide de él.
Reyes, por otro lado, procede de Baracoa, Cortés, en la zona norte. Padece un ligero problema mental, aunque logra expresarse con claridad.
El tercer paciente, Elías Ramos, fue víctima de atropellamiento y su estado es más delicado. Está hospitalizado en la cama 12 de la sala de Urología y dado que no puede hablar, se desconoce su origen.
Rony Rivera, trabajador social del hospital Escuela, dijo a EL HERALDO que los hondureños han permanecido en el Escuela desde febrero y que hasta la fecha, ningún familiar ha acudido en su búsqueda.
'Ayúdennos a hacer un llamado a los familiares para que se hagan presentes al hospital', expresó conmovido.
El caso de José Mercedes, Teodoro y Ramos, se repite con regularidad en el centro asistencial.
Generalmente, muchos pacientes llegan acompañados por algún familiar, que regresa a su lugar de origen con la promesa de volver, pero nunca cumple. A veces por falta de recursos y otras, por indiferencia.
En muchas ocasiones, los abandonados son ancianos, cuyas familias les dan la espalda y deciden no compartir junto a ellos sus años dorados.
