Tegucigalpa, Honduras.- Dos esquemas, uno que ejemplifica lo que Libertad y Refundación (Libre) quiere que se apruebe, y otro que muestra lo que busca la oposición, han sido publicados por la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López. Ambos ilustran la diferencia en la verificación de actas en las elecciones generales.
Desde el pasado 7 de julio, el cronograma electoral está paralizado debido a que colectivos de Libre impidieron que las empresas ofertantes del sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) entregaran sus propuestas.
Desde entonces, el pleno del CNE no ha podido sesionar. Marlon Ochoa, consejero propietario en representación de Libre, ha evitado asistir a las reuniones, y el consejero suplente, Carlos Cardona, también ha ignorado los llamados.
En medio de esta crisis institucional, a poco más de cuatro meses de las elecciones generales, previstas para el 30 de noviembre, la presidenta del CNE, Cossette López, desmintió que se esté fraguando un fraude electoral, como ha sostenido Ochoa en sus discursos repetitivos en contra de sus compañeras consejeras.
Tanto Cossette López (Partido Nacional) como Ana Paola Hall (Partido Liberal) están a favor de una doble verificación de actas, según han indicado.
“El problema es uno y es claro: No quieren verificación. Basta de confusión, NO se está repitiendo el proceso de 2017, y quien diga lo contrario mientes”, publicó López en su cuenta de X (antes Twitter).
Además, cuestionó: “Vamos a dejarlo claro: ¿qué se aprobó? ¿Qué se rechazó? ¿Y por qué la narrativa del fraude es una FALACIA diseñada para encubrir intereses políticos mezquinos?”.
¿Qué quiere Libre y qué quiere la oposición?
Para aclarar la diferencia, López publicó dos esquemas: uno representa lo que propone Libre y el otro, lo que defiende la oposición.
“Les comparto dos esquemas simples y directos. Si les dedicamos unos minutos, entenderemos lo que realmente ocurre y dejaremos de caer en cortinas de humo, en lo que algunos pretenden imponer a punta de violencia y pataleo”, dijo.
Ambos modelos coinciden en el procedimiento dentro de las Juntas Receptoras de Votos (JRV): los ciudadanos se identifican con su huella dactilar mediante el sistema biométrico, emiten su voto, se realiza el escrutinio, se llena el acta de cierre, se escanea y se transmite a través del sistema TREP.
La diferencia está en lo que ocurre después de que las actas llegan al centro de datos del CNE.
En la propuesta impulsada por Marlon Ochoa, según López, una vez escaneada y transmitida el acta, el sistema hace una verificación automática sin posibilidad de revisión humana. Es decir, el acta se publica tal y como llega, sin ningún control adicional, y luego es enviada a los partidos políticos.
En cambio, el mecanismo de la oposición, si el sistema detecta inconsistencias entre el acta física y los datos ingresados por el secretario de la JRV, se activa una verificación humana. En esta participan representantes de los partidos Libre, Nacional y Liberal, junto con el equipo técnico del CNE.
Si se confirma un error, se corrige antes de divulgar los resultados. Si persiste la discrepancia, el acta entra a una revisión final por parte del pleno del CNE.