Honduras

Carlos Raudales, de informar sucesos a convertirse en el diputado menos esperado

Carlos Raudales dio la sorpresa en las pasadas elecciones, siendo el único diputado electo por la Democracia Cristiana, gracias a la fama que obtuvo como periodista en el canal HCH cubriendo sucesos nocturnos. Ahora, alejado de los micrófonos y las cámaras, ocupa una silla dentro del Congreso Nacional
12.05.2022

TEGUCIGALPA, HONDURAS.-. Su voz era reconocida con las noticias de sucesos nocturnos ocurridos en la capital, casi inconfundible para los televidentes, -desde informar un asesinato hasta un arresto policial-” recuerda sus largas jornadas, mientras muchos dormían, las calles de Tegucigalpa eran testigos de su trabajo como reportero nocturno. Ahora alejado de las cámaras y su micrófono, se encuentra en el Congreso Nacional al quedar electo como diputado de última hora.

Nacido y crecido en Mata de Plátano, Cedros —al norte de Francisco Morazán—, quien en una de las gavetas de su humilde hogar dejó guardados los obstáculos, el apego y hasta sus miedos para recorrer el sendero más importante, el de su vida.

Unas llantas viejas y algunos palos eran como si de encontrar un tesoro repleto de joyas brillantes se tratara, puesto que, sólo eran la materia prima que le permitiría a aquel niño ingenioso y soñador construir uno de sus juguetes más preciados. Claro que, en sus tiempos libres.

El niño inventor que inició tarde la escuela

Como hijo de cuna pobre, en una comunidad de tierra adentro en donde la principal actividad económica es la agricultura, Carlos Raudales trazaba su porvenir en torno a unas simples herramientas de cultivo.

Al estar consagrado a ser la sombra de su padre al momento de labrar la tierra, conoció en carne propia las inequidades del mundo. En donde aquellos que lo tienen todo desaprovechan las oportunidades de estudio por las que suplicaba Carlos. En lugar de cuadernos y lápices, un azadón y machete cargaba todos los días.

Con la mirada puesta en un brillante futuro, a sus nueve años empezó el primer grado con una vasta satisfacción cual director en la premiere de su nueva película, pese a lo tardío.

Y así, por seis años con ayuda de sus padres fue el capitán de su anhelo más grande en ese entonces: culminar la primaria. Y con las metas claras, fue el alumno más sobresaliente de su generación.

Para sus padres esta sería una meta cumplida, pero para Raudales fue sólo el primer escalón de su propio Monte Niesen. ¿Qué quería? Ser un profesional. Pero ¿qué debía hacer? Cursar la secundaria que —para su desgracia— se encontraba en una distante comunidad vecina.

“Hijo, no tengo con qué”, fue el freno que desplomaba las aspiraciones de aquel joven que lo único que anhelaba era seguir caminando en el sendero del aprendizaje

Pero como bien dicen por allí: “deséalo tanto hasta que se te conceda”. El destino jugó a su favor y en ese año escuchó hablar sobre el Instituto Hondureño de Educación por Radio (IHER), el cual brinda sus lecciones por medio de programas radiales.

Tiempo, ganas y esfuerzo era lo que Carlos Raudales tenía para iniciar su secundaria, ya sólo le faltaba el radio que, para su fortuna, pudo obtener gracias a su primo.

Diariamente, el esforzado joven se despertaba muy temprano para ir a trabajar al campo junto a su progenitor. Faltaba un cuarto de hora para que el reloj marcara las 5:00 de la tarde cuando ya se encontraba sentado con sus folletos frente al aparato que lo estaba ayudando a llegar más lejos: su viejo, pero funcional radio.

La comunidad ya se hacía corta para los grandes sueños de Carlitos, quien para ese entonces ya tenía 19 años.

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El cedreño en busca de oportunidades en la gran capital

Con las convicciones claras como manantial emprendió su viaje a la capital, aquella que lo hacía soñar más alto que los rascacielos de la gran manzana, que la misma torre Eiffel de Paris, o incluso, que el Burj Khalifa de Dubái. Los escombros del huracán Mitch en la capital le dieron la bienvenida.

Su nuevo hogar fue el diminuto cuarto de su primo —sí, el mismo del radio— en el barrio Morazán. Parece que todo se empezaba a alinear como el cinturón de Orión en uno de los cúmulos de estrellas. Carlitos encontró trabajo en el que no le iba tan mal, y con su sueldo logró estudiar y graduarse de Perito Mercantil en el Instituto Tecnológico de Administración de Empresas (Intae).

Quien un día fue el niño inventor que diseñaba y construía helicópteros a base de botellas, partes de radios viejos y unas cuantas baterías, lo estaba logrando. Y su hambre de superación lo hizo aspirar a un mejor puesto de trabajo. ¿Qué empleador en aquel entonces no habrá visto a Carlos Raudales repartir su hoja de vida? Ninguno, al parecer.

El mismo helicóptero de juguete que un día hizo volar a una altura moderada, cayó cual meteorito, así como sucumbieron las esperanzas de aquel joven con su trabajo, la empresa donde laboraba cerró y con ello perdió su primer empleo como repartidor de productos plásticos. Esto provocó tristeza y desesperación para la vida de Carlos que no le quedó más remedio de tomar una díficil decisión, se marchó en busca de una nueva oportunidad fuera de nuestras fronteras.

Carlos Raudales conversó por varias horas con EL HERALDO sobre su vida privada y su nueva faceta como diputado.

Con dirección al norte

En medio de la incertidumbre que consumía a Carlitos, una flecha en su imaginación con dirección a Estados Unidos marcaría el rumbo de su existencia. El viaje que le daría una nueva forma de ver la vida y, por supuesto, a definir sus prioridades. Por lo que sin avisarle a su familia se encarriló en esta afanada aventura junto a un vecino.

Llegar a la frontera de México, como popularmente dicen fue “pan comido”. En realidad, la travesía estaba por comenzar. De combi —mini bus— en combi iban cambiando de Estado en el país azteca.

Un día, entre aquellos tan largos y extenuantes se dieron cuenta que “la bestia” estaba próxima a pasar. No hoy, no mañana, sino que dentro de tres días. Y sin un tan sólo peso para subsistir, un cementerio del Estado de Chiapas se volvió su hogar y una lápida su lecho.

Sobre aquel frío cemento permaneció por unas 70 horas. El silencio de las noches cual cámara anecoica las hacían parecer más largas... eternas. Un hambre voraz, el vecino, la luna y las estrellas fueron sus únicos compañeros.

De pronto, en una madrugada llegó la señal. Una estruendosa bocina que anunciaba la llegada del tren y esa fue la luz que alumbró la opaca vida de aquellos hombres. Con las piernas temblorosas y el corazón palpitando con celeridad, corrieron hasta la estación en donde tuvieron que esperar unas tres horas para tener frente a sus ojos a “La bestia”.

La seguridad y el deseo de superación de Carlos Raudales le daban fortaleza. La necesaria para sujetarse de los tubos del colosal tren. Su vida dependía de eso. Dormir era morir, llorar restaba fuerzas, entonces, llorar era morir. En ese momento, amarrarse con la faja de su pantalón fue su salvación.

La ruta de “la bestia” le permitió ver muchas haciendas, todas resguardadas por perros bravos entrenados cual leones salvajes. Por lo que si uno de los más de 600 compañeros de sueños —que iban en el tren— se caía, las esperanzas de sobrevivir también se extinguían. La ilusión de tener un mejor mañana se desplomaría y sólo quedaría entre los dientes de aquellos animales, como les ha sucedido a muchos.

Carlitos ya se encontraba en la Perla Tapatía de México, Guadalajara, cuando decidió comunicarse con su familia. “Estoy bien, estoy en San Pedro Sula”, fueron las palabras calmantes del joven para con los suyos. En esa llamada, sus padres ya sabían la verdad que quiso ocultar y su progenitora enfermó de tristeza.

Con su madre al filo de la muerte sin comer ni beber, Carlos Raudales desistió y su camino se interrumpió.

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Regreso de su travesía

Cuando volvió a recorrer las calles de su comunidad resolvió aquello que lo hizo abandonar su marcha: la enfermedad de la mujer que le dio la vida. Cuando llegó a casa, como si de un milagro se tratara vio a su madre levantarse. Sus lágrimas de tristeza cambiaron inmediatamente a gozo cuando el hijo que tenía lejos por fin había regresado sano y salvo.

Al cabo de tres años, Carlitos quiso recuperar los planes sobre el destino de su vida. Primero trabajó en una gasolinera, luego de cajero en un supermercado para después recibir un ascenso a supervisor. Esto, paralelamente a su jornada de estudios en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) para egresar como periodista, pese a que su sueño era estudiar Derecho para poder ser fiscal.

Y es que para Raudales —como la mayoría lo empezó a conocer— la timidez era su debilidad más grande y justo por esa razón optó por estudiar Periodismo después de escuchar una de esas frases que cambian la vida. Una parecida a la que Stephen Richards dijo un día: “Cuando haces lo que más temes entonces puedes hacer cualquier cosa”.

Desde allí, empezó a reportear para varios medios de comunicación, en los cuales, siempre prevaleció su afinidad por cubrir los hechos policiales.

Una hoja de vida con vasta experiencia y, por supuesto, su espíritu trabajador fueron los motivos principales que le abrieron las puertas en Hable Como Habla Televisión Digital (HCH), .empresa en la que laboró por más de siete años. Al principio, en prensa general. Luego, la Móvil Nocturna empezó a estar a cargo de Raudales.

Esta sección, que le permitía ver la puesta de sol y los primeros destellos de este al día siguiente con su horario de 5:00 de la tarde a 5:00 de la mañana, fue la que le dio la posibilidad de familiarizarse con el pueblo y vivir de cerca el dolor que diariamente empaña a familias hondureñas producto de la violencia.

“Solidaridad” es un término que describe a la perfección a Raudales que pese a los múltiples obstáculos que ha afrontado en su vida, nunca -o muy pocas veces- le dice que no a ayudar al prójimo.

Abandona el micrófono y las cámaras por una silla en el Congreso

La vida política de Carlos Raudales no nace en la cuna de los partidos tradicionales, -algunos hasta la fecha consideran que no tiene el perfil político- pero confiesa que la idea de enrolarse en la política se dió como una petición de muchas personas que miraban en él un perfil idóneo de un digno representante dentro del Congreso Nacional, “Raudales tirate de diputado” me decían en la calle, afirmó con orgullo.

A pesar de la insistencia -al menos de un pequeño grupo- decidió seguir con lo que había logrado, se encontraba en una situación deseada en su vida personal y profesional, su trabajo era reconocido por las personas que cada mañana a tempranas horas esperaba el reporte de los hechos nocturnos y se había convertido en padre, -amoroso por lo que proyecta en redes sociales- de la pequeña Danna, a quién define como su “tesoro” y junto a su esposa Alejandra Medina a quién define su mano derecha en todo.

Pero la insistencia por parte de las personas poco a poco fue el detonante, -como sí un deseo de navidad por cumplir se tratara-, para que un día Raudales decidiera guardar micrófono y empezará una dificultosa carrera, -esta vez no para informar sucesos- sino para alcanzar un puesto dentro del hemiciclo.

La Democracia Cristiana se cruzó en el camino de Carlos Raudales y juntos decidieron unir fuerzas a sabiendas que las posibilidades de una diputación eran reducidas, a pesar de eso Raudales se mantuvo firme a sus principios y querìa demostrarle -a ese grupo de simpatizantes y a quienes no creían en él- que era alguien diferente no a su partido,

“El amigo del pueblo”, como se autodefinió en su campaña electoral, insiste que las personas lo vean más como un amigo que diputado, “me identifico con los humildes y las muestras fueron claras el día de las elecciones, en barrios, colonias, aldeas y caseríos estuvo el respaldo para Carlos Raudales”.

Y llegó el día esperado por Carlos Raudales, el 28 de noviembre de 2021 esperaba con ansias los resultados, pero el destino tenía preparado días de incertidumbre y expectativa, en donde Raudales salía y entraba en la lista de 23 diputados electos por Francisco Morazán.

La esperaba estaba siendo larga, pasaban los días y el panorama para Raudales no era el mejor, -no estaba quedando entre los 23-, sumado a eso estaba recibiendo presión y denuncias por parte de otros candidatos de la Democracia Cristiana, quienes según Raudales, “no querían que quedara electo”.

Las semanas posteriores a las elecciones estuvieron marcadas por constantes denuncias en su contra, cuando todo indicaba que sería el virtual candidato de la DC -lo acusaban de inflar votos para favorecerse-, hasta llegar al punto de recibir constantes intimidaciones según denunció en el canal HCH, donde laboraba.

Raudales estaba logrando un hito histórico dentro del “pequeño partido”, el debutante le estaba arrebatando el fuero al cacique más ganador de la Democracia Cristiana, Felícito Ávila, quien era el que se proyectaba con fuerza para quedarse con un curul.

El cociente electoral se iba a convertir en el mejor aliado de Raudales para conseguir su sueño legislativo, y sin el impacto mediático de otros candidatos logró posicionarse en el puesto 23, -sí, el último diputado por el departamento de Francisco Morazán- ante el asombro de propios y extraños, -como si un batacazo histórico se tratará-, su golpe político estaba consumado.

Raudales obtuvo un total de 24,813 votos en las pasadas elecciones generales de 2021, a pesar de ello logró una diputación y le dió vida a la DC dentro del Legislativo, -alguien que meses atrás se encontraba informando sucesos logró posicionarse en un reñida contienda a nivel de diputados, -quizá la más mediática en los últimos años-.

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Llegaba el año 2022 y con ello el inicio de una nueva etapa de la vida de Carlos Raudales, esta vez como uno de los diputados-, el debutante iniciaría de entrada a ser determinante en la elección de la nueva junta directiva en el Congreso Nacional, -lo que sería el presagio que sus elecciones serán determinantes dentro del Legislativo.

Empezó fuerte su debut, al momento de elegir al nuevo presidente del Parlamento, le dió su voto a Jorge Cálix, -elecciones que se realizaron en medio de polémica- sin embargo, pocas horas después y a manera pública en televisión se retracta y alega ser víctima de una “trampa política”.

“No quiero ser verdugo del pueblo”, afirmó al momento de ser consultado por su cambio de opinión, aclarando también que el asunto no se trato por fines políticos, sino que confesó que sentía que estaba traicionando al pueblo, -y es justamente como estaba siendo calificado, “Raudales traidor”, “Raudales vendido” eran algunos de los calificativos que se podía leer en redes sociales.

En cuestión de días pasó de cambiar su opinión de Cálix a Redondo y dijo manifestar apoyo al proyecto de Redondo porque “estaba convencido que ese es el proyecto que el pueblo quiere y no puedo estar en contra del pueblo, porque el pueblo es quien me tiene allí para que los represente no para que les estorbe”.

Carlos Raudales tiene la ventaja de ser el único en representar al DC por lo que se convierte en jefe de bancada, por eso le corresponde representar al partido DC dentro del Hemiciclo. Dice haber sido parte de ofrecimiento “de todos lados” sin embargo mantiene su postura de rodearse de personas que realmente quieran un cambio para el país.

Acciones en sus primeros meses como diputado

El anhelo de Raudales en el Congreso Nacional lo resume en “hacer todo lo que esté a favor del pueblo, si va en contra del pueblo con cuente conmigo”, -y que su lema “el amigo del pueblo” se vea reflejado no solo en sus afiches, sino también en sus acciones para los próximos cuatro años.

Tiene varias ideas en mente y junto a su equipo en su momento las plasmará en el CN. Considera que su actividad legislativa no ha sido mucha porque los demás congresistas,- quieren saludar con sombrero ajeno las ideas de los demás-. pero se compromete a que todo lo que proponga “estará encaminado al servicio de la patria, del pueblo, todo será encaminado a ayudar”.

Una de sus primeras propuestas como diputado fue que se otorgaran medicamentos gratuitos para mayores de 70 años en condición de pobreza, esta idea tiene como propósito que el Estado abastezca de medicamentos a los centros asistenciales y sean entregados a personas de la tercera edad pobres cuando estás las requieran.

Asimismo propone la donación de ataúdes a los más necesitados y la creación de la fuerza solidaria “El amigo del pueblo” dentro del Congreso para que las personas más necesitadas puedan acudir en busca de ayuda, así como apoyar otras propuestas que considere buena para los hondureños.

Los demás diputados lo ven como alguien determinante en las aspiraciones de aprobación o derogación de leyes de alto impacto dentro del Legislativo al ser el único representante de la Democracia Cristiana, las ZEDE, y otras leyes tendrán vida o muerte con su postura.

Carlos Raudales afirma que tiene claro sus objetivos en esta nueva etapa, ese niño que un día soñó con buscar sus sueños y salir de Mata de Plátano que encontró fama por su forma de informar los sucesos ha llegado ahora al Congreso Nacional con grandes ideas de cambios en beneficio de los hondureños y así realmente pueda cumplir con su lema de campaña y convertirse en el amigo del pueblo.

De interés: Listado: Los diputados que conforman el nuevo Congreso Nacional 2022-2026.