Tegucigalpa, Honduras.- El 8 de septiembre de 2024, el Consejo Nacional Electoral (CNE) convocó a elecciones primarias para marzo de 2025. La consejera del CNE Ana Paola Hall enfatizó en su momento el compromiso del órgano electoral de asegurar que las nóminas respeten la paridad y alternancia estipuladas en la ley.
La nueva Ley Electoral de Honduras, en su decreto No. 35-2021, establece en el artículo 72 el principio de paridad, el cual garantiza la participación política equitativa entre hombres y mujeres como un derecho fundamental.
Este principio exige que todas las planillas de cargos de elección popular estén integradas en un 50% por mujeres y un 50% por hombres.
Sin embargo, esta normativa no se cumple. Según datos del CNE, en las elecciones primarias de 2025 en Honduras, el 47% de los participantes son mujeres, el 52% son hombres y un 1% se presenta como candidato sin especificar género.
Sobre este tema, Merly Eguigure, coordinadora del Movimiento de Mujeres Visitación Padilla, manifestó que, de acuerdo con la ley, las mujeres deberían representar el 50% en todas las papeletas.
“Deben ir de manera trenzada: un hombre, una mujer, un hombre, una mujer. Eso es lo que la ley dice y lo que el Consejo Nacional Electoral debió aceptar al inscribir las planillas y darlas por válidas”, indicó Eguigure.
La coordinadora lamentó que, aunque la ley establece la cuota del 50%, “ese mecanismo de los partidos de llamar a votar en plancha lógicamente no favorece a las mujeres”, consideró.
“Por otro lado, que las mujeres lleguen a cargos de elección popular no significa necesariamente una transformación para las mujeres. Realmente no hay mucho avance ni compromiso en los poderes del Estado para impulsar la agenda de las mujeres”, agregó la entrevistada.
Según datos del CNE, en estas elecciones primarias de 2025 participarán 41,014 aspirantes a cargos de elección popular, incluyendo precandidatos al poder Ejecutivo, Legislativo y a las corporaciones municipales.
En las elecciones primarias previstas para el próximo 9 de marzo, se perfilan tres mujeres entre los 10 precandidatos presidenciales de los tres principales partidos políticos de Honduras, es decir, apenas un 30% de participación femenina.
Rixi Moncada lidera seis corrientes dentro del Partido Libertad y Refundación (Libre), mientras que Maribel Espinoza representa al movimiento Todos por Honduras del Partido Liberal.Además, Ana García de Hernández, esposa del expresidente Juan Orlando Hernández, compite por el movimiento Avanza del Partido Nacional.
En el Poder Legislativo, de un total de 1,865 aspirantes; 875 son mujeres que buscan una diputación en el Congreso Nacional, es decir, el 46.91% del total.
En el nivel de corporaciones municipales, hay 3,966 aspirantes a alcaldías, de los cuales 869 son mujeres, lo que representa apenas el 21.91% del total.
Eguigure amplió que la primera tarea recae en los partidos políticos.
“Los dueños de las corrientes y movimientos deben involucrar a las mujeres, pero facilitando el proceso de participación. Ha sido muy común que se les incluya en las planillas solo para llenar cupos, no porque el candidato, la candidata, la corriente o el partido realmente tenga interés en que esa mujer, con todos sus talentos, capacidades y habilidades, ocupe un espacio”, detalló.
Persisten los retrocesos
Por su parte, Migdonia Ayestas, directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), consideró que una de las principales causas de la baja participación de las mujeres en la política es la violencia política y el acoso, tanto directo como en redes sociales, los cuales desincentivan su participación.
Además, mencionó que la “falta de recursos económicos y de redes o estructuras de apoyo, así como el hecho de que las mujeres son vistas como responsables del hogar y la familia en lugar de como actores políticos, también afectan su participación”.
Asimismo, la falta de formación y capacitación en temas como democracia y participación política son otros factores clave, enumeró Ayestas.
Consideró que, después de 70 años del derecho al voto femenino, las mujeres aún no logran una verdadera participación política en Honduras.
“El aumento de la violencia contra las mujeres las pone en riesgo y desincentiva su participación. Además, constantemente se deslegitiman sus voces y hay una falta de reconocimiento y respeto hacia sus opiniones y contribuciones en la política”, subrayó.
Ayestas propuso una serie de estrategias para aumentar la participación femenina:
“Desarrollar procesos de formación para que las mujeres se incorporen a las estructuras de los partidos políticos, incluirlas en la toma de decisiones, visibilizar a las mujeres líderes y desarrollar campañas de sensibilización sobre la importancia de la representación femenina en la política”, mencionó.
Por su parte, Samanta Casildo, aspirante a diputada por el partido Libertad y Refundación (Libre) en el Movimiento M28 por el departamento de Francisco Morazán, afirmó que “en la sociedad no existen roles de género. Hombres y mujeres podemos desarrollar y desempeñar las mismas labores. Hemos demostrado que, en la parte administrativa, somos más eficientes”, aseveró.
Amplió que las mujeres tienen la capacidad suficiente para liderar el país, especialmente las jóvenes.
“Es un orgullo compartir con muchos jóvenes líderes, jóvenes con vitalidad y nuevas ideas. Creo que la fusión entre juventud y experiencia es la receta”, mencionó la precandidata.
Expresó que el mayor sentimiento que los une como políticos es el deseo de “ayudar y servir a la patria”, más que un interés personal.
Por otro lado, Karla Arzú, quien se postula como aspirante a diputada por Francisco Morazán en el Partido Innovación y Unidad Social Demócrata (PINU-SD), afirmó que las mujeres deben ser lideresas para dirigir el país.
“Se está logrando integración, ya que la mujer viene de una discriminación muy bárbara, donde los políticos de auge no reconocían el liderazgo de la mujer”, sostuvo.
Explicó que diversos tipos de acoso dificultan la participación femenina, como la creencia de que la mujer solo debería cuidar su hogar.
“Al llegar a un cargo más alto, dicen que le vas a pagar mal a tu esposo, cuando en realidad nuestra meta no tiene nada que ver con eso”, consideró Karla, quien es la primera mujer originaria de Lepaterique que aspira a una diputación en el Congreso Nacional.