Miami, Estados Unidos.- Hay mujeres cuya luz trasciende cualquier pantalla. Mujeres que, con el tiempo, no solo se convierten en referentes, sino en un claro ejemplo de fortaleza y autenticidad. La periodista hondureña, Maity Interiano, es una de ellas.
Durante años, su voz ha narrado las historias de otros con sensibilidad y compromiso, pero hoy es su propia historia -profunda, valiente e inspiradora- la que merece ser contada.
En este reencuentro íntimo y honesto, descubrimos a la mujer detrás de la periodista: a la esposa, a la mamá, a la soñadora que decidió escucharse a sí misma -y también a los suyos- para comenzar de nuevo.
Atrás quedaron los grandes estudios, los reflectores y la rutina que dicta la televisión. Hoy Maity brilla desde otro escenario: uno más íntimo, más libre, pero infinitamente más poderoso. Ha cerrado un ciclo de más de una década en Univisión y lo ha hecho con gratitud... Con esa gratitud de quien sabe que lo vivido la ha preparado para volar más alto.
Con su podcast “Sencillamente Maity Interiano”, se ha regalado -y nos ha regalado- la oportunidad de reconectar con la esencia de contar historias desde lo más profundo del corazón. Sin adornos. Sin prisas, pero sin pausas.
Desde nuestra última conversación en marzo de 2022, la vida de Maity ha dado un enorme giro marcado por el amor, la fe y la valentía. Hoy nos habla del amor como nunca antes: el amor de pareja que se convierte en hogar y del amor más puro que ha experimentado al convertirse en madre. Nour -que significa "luz"- llegó a su vida como una respuesta divina, como un recordatorio de que los sueños se cumplen cuando el alma se entrega sin reservas. En su voz hay una ternura renovada y una fuerza serena que florece cada vez que habla de su maternidad.
A través de esta entrevista exclusiva con EL HERALDO, nos sumergimos en una Maity más cercana, más humana. Una mujer que ha aprendido a soltar el control, a abrazar la imperfección, a confiar en el proceso. Pero también una profesional que sigue firme en su vocación de contar historias que conmueven, que inspiran, que unen.
Antes de iniciar nuestra conversación, Maity se persigna y sonríe. Es su forma de decir: aquí estoy, con fe, con paz, lista para abrir el corazón.
Más allá de las cámaras: Maity en su rol más humano
¿Qué te enamoró de Anuar Zidan más allá del rol profesional que conocimos?
Que es un hombre de fe. Es un hombre que tiene a Dios en su corazón. Es un hombre que desde el principio me ha querido, me ha respetado por quien yo soy, me ha dado mi lugar y se ha dado su lugar. Desde las primeras conversaciones que tuvimos, los dos estábamos claros que queríamos tener una familia, que queríamos tener un matrimonio. Yo me presenté siendo yo, sin tener que hacer un mayor esfuerzo, más que ir con el corazón abierto. Me encontré con alguien que también tenía su corazón abierto, listo para ser amado y amar. Y así nos encontramos y se lo entregué a Dios... Y aquí estamos ahora.
¿Cómo ha sido vivir el amor en pareja siendo una figura pública?
Vivir la vida en pareja es hermoso. Poder compartir los deseos, los anhelos, las alegrías, al igual que las tristezas, las frustraciones, los tropiezos que das en la vida... Tener a alguien que te acompañe en las buenas y en las no tan buenas es maravilloso. No es fácil, tiene sus retos, uno tiene que aprender a ceder, aprender a respetarse.
¿Cómo manejan juntos los cambios y las decisiones importantes?
Conversando. La comunicación es clave para poder afrontar cualquier situación: Las buenas y las no tan buenas. Cuando uno le pide al Señor de corazón, las cosas son más fáciles. La comunicación, eso es clave.
¿Qué significa para vos la palabra “compañero” hoy?
Compañero significa cómplice; compañía. Compañero es alguien que te lleva de la mano y te agarra de la mano, y no te suelta. Por muy rápido que tú quieras ir, te ayuda a bajar la revolución y, si te estás quedando atrás, también te hala para que sigas. Compañero, para mí, es Anuar.

¿Qué has aprendido de vos misma desde que sos esposa?
He aprendido que mi corazón no se equivocaba al anhelar tener este deseo de una familia. Ha venido a dar más fuerza a lo que yo siempre he creído, que quizá el mundo alrededor te dice: ‘no, pero tú eres muy independiente, no necesitas tener una pareja, no necesitas una familia para ser una mujer de éxito...”, de acuerdo, pero para mí el éxito va más allá y se complementa. Me he dado cuenta de que como esposa uno tiene la capacidad de poder hacer más cosas. Podemos aportar la dulzura de una madre. De la mujer, la tranquilidad, la paciencia, la templanza. Pero también me he dado cuenta de que necesito de mi esposo, una figura masculina que complemente todo lo que yo puedo tener y fortalezca mis debilidades.
¿Al ser tu esposo de otra nacionalidad (mexicana), han tenido retos o diferencias culturales muy grandes?
No, yo creo que diferencias hay en todos, hasta en los que somos de la misma nacionalidad. Creo que es parte de poder sobrellevar cualquier situación que uno afronta.
¿Cómo ha cambiado Maity desde que supo que sería mamá?
¡Ay! Mi vida tiene otro sentido, otra razón de ser. Desde que supe que iba a ser mamá, desde que supe que llevaba a mi hija en mi vientre -en ese momento, pues no sabía si iba a ser hija o hijo- mi vida tomó otro sentido. No hay día que no le agradezca a Dios por esa bendición de ser mamá, por la oportunidad de disfrutarla como lo estoy haciendo en este momento, porque la estoy viendo crecer, porque es una niña que ha venido a llenarnos de luz.
Su nombre significa luz y, no pude haber escogido otro nombre más perfecto que ese, porque ha venido a iluminar mi vida en gran manera. Me he dado cuenta de que soy más fuerte de lo que pensaba, soy más fuerte de lo que imaginaba. Me he dado cuenta de que por mi hija y por mi familia soy capaz de todo y eso es lo que me mantiene adelante, me mantiene con los pies sobre la tierra y con ganas de seguir luchando para ser cada vez mejor.

¿Cómo fue ese momento en el que tuviste por primera vez a tu bebé en brazos?
¡Ay! Ha sido uno de los momentos más lindos de mi vida, después de mi matrimonio, tener a mi hija en brazos ha sido uno de los momentos más especiales. Fue un parto bastante rápido. Yo no sabía lo que estaba pasando en el sentido de que todo era nuevo para mí. Sí, me había preparado, había tomado clases, pensé que estaba ya en control, pero Dios me demostró que el único que está en control es él. Puso a las personas indicadas, un equipo médico solo de mujeres que me ayudó a sacar fuerzas, porque tuve a mi hija de manera natural y rápido.
Tu vida se vuelve esa criatura y no te queda nada más que agradecerle a Dios. Obviamente, hubo lágrimas, alegría... todas las emociones se conjuntan en ese momento mágico que, si cierro los ojos, lo vuelvo a vivir. Me cuesta describirlo.
¿Qué es lo que más te ha sorprendido de la maternidad? ¿Y qué ha sido lo más desafiante?
Lo que más me ha sorprendido es que, por más que uno lee; por más que uno se prepara; por más que uno va a clases y le pregunta a las amigas, de verdad que uno no sabe nada. Es impresionante cómo no te dan ni un manual, ni un instructivo, ni nada... pero, del fondo de tu corazón, aprendés a cómo escuchar a tu hijo; a cómo darle de comer; cómo cambiarle; cómo saber si está llorando porque hay que cambiarle el pañal o por si le duele algo. Y, a veces, no sabés; pero, la mayoría de las veces, ese instinto se va desarrollando y te vas dando cuenta de lo maravilloso que es.
Yo me he equivocado y, a veces, me frustro y me preocupo y dudo, pero ahí vamos. A veces, dormir muy poco puede ser desafiante, porque uno se siente cansado y frustrado; pero la satisfacción de ver a tu hija sonreír hace que se te olvide todo el sueño.

¿Te has permitido ser imperfecta en esta etapa?
Cien por ciento. Creo que esta es la oportunidad de cometer errores, porque vamos aprendiendo. Yo creo que no se vale cometer errores por pereza, por falta de conocimiento o por no prepararse. Creo que los errores vienen porque así es; porque nadie es perfecto; porque todos podemos ir aprendiendo y podemos ir mejorando. Trato de tomarlo suave... Take it easy (tomarlo con calma), como dicen; y aprender, ser paciente y pedirle a Dios y a la Virgen que me guíen.
¿Qué tipo de mamá querés ser?
Quiero ser la mejor mamá para Nour. No pido más que ser la mejor mamá para Nour, porque yo tuve una gran mamá y unas grandes abuelas, que me dieron un gran ejemplo. Espero poder inculcar en mi hija todas las cosas buenas que yo aprendí de mi mamá.
¿Qué aspectos de tu cultura como hondureña querés inculcarle a tu bebé?
Ya visitó Honduras. Ahorita que ya está más grande, primero Dios, vamos a ir más seguido. En mi casa solo se habla español, así que, por ahí, vamos muy bien; ojalá que su primer idioma sea el español. Y bueno, aunque no lo creas, mi hija ya come baleaditas sencillas, porque el huevo le da alergia; así que le encantan los frijolitos, le encanta la tortilla, le encanta la tortilla con quesillo. Sacó muy buen diente y muy buen gusto para la comida hondureña. Sabe lo que es bueno.
Entre lágrimas y gratitud: así vivió su salida de Univisión
Maity, ¿cómo se da esa sorpresiva salida de Univisión?
Yo creo que se dio como se tenía que dar. La vida se trata de ciclos, de capítulos; es una de las etapas más lindas que yo he vivido, porque pude crecer, porque pude aprender, porque me realicé, porque viajé, porque entrevisté, porque hice todo lo que yo siempre soñé profesionalmente; lo logré todos esos años que estuve en Univisión. Y, hoy por hoy, agradezco cómo pasó y cómo se dio.
Sí, fue inesperado también para mí, pero yo creo que Dios también te va preparando para hacer esos cambios que uno quizá no se atreve a hacer. Y ahora que lo veo, que lo reflexiono, creo que es lo mejor que me ha pasado.
Poder haber cumplido tantos sueños; poder haber hecho tantas cosas lindas; poder haberme realizado como periodista y, ahora, tener el tiempo para ser mamá, que era algo que yo anhelaba, pero también con toda la experiencia que tuve en los años anteriores y hacer proyectos independientes que me permitan tener un poco más de balance en lo que yo quiero: tiempo con mi hija, tiempo en mi casa, tiempo con mi esposo, tiempo con mi familia y, también, ser una periodista que dé voz a tantas historias y tantas noticias que están pasando en el mundo.

Cuando te despediste públicamente, hablaste de “gracias infinitas” y “los tiempos de Dios son perfectos”. ¿Qué aprendizajes te llevás en el corazón de ese ciclo?
¡Uff! ¡Muchísimos! Yo empecé cuando todavía estaba en la universidad, cuando yo tenía escasamente 20 años de edad; entonces, aprendí todo... desde qué hacer cuando recibís tu primer cheque, a cómo pedir las vacaciones, a cómo vivir una vida independiente.
Porque no solo fue lo laboral, sino lo que significó en la vida como Maity: venir a una ciudad como Miami, hacer una vida acá, el entorno en el que te rodeás, las amistades que hacés, y mucho más todo lo profesional que logré hacer: ir a premiers, ir a la Copa del Mundo, estar en la canonización de la Madre Teresa, estar en la caravana migrante, estar en la frontera, estar en tomas de posesiones, estar en todos los eventos que te podés imaginar como periodista que querés cubrir, los hice. Entonces, me siento feliz; creo que no me arrepiento de absolutamente nada, todo lo contrario: estoy súper agradecida, porque fueron años que se trabajaron muchísimo, pero vi los frutos, disfruté los frutos y, hoy en día, todavía estoy cosechando de todo lo que sembré, porque me permite hacer proyectos independientes y sigo aprendiendo y descubriendo tantas cosas por hacer.
¿Cómo viviste los días posteriores a tu salida de Univisión? ¿Hubo lágrimas, alivio, miedo, liberación?
Creo que hubo de todo, Sabdy; te voy a mentir si te digo: “No, todo estaba bien”. Claro que lloré, claro que me dio tristeza, claro que me sentía como confundida, porque la rutina ya se había cambiado, pero Dios es tan perfecto que lo hizo justo antes de la temporada de las fiestas navideñas, del Día de Acción de Gracias, que estaba rodeada de mi familia, y eso me permitió sentirme cobijada, abrazada y apoyada; que hasta en eso Dios es tan bueno y tan perfecto.
Sí, hubo días que fueron más difíciles que otros, pero tenía a mi hija, que solo de verla me alumbraba el rostro y me recordaba que eso es lo más importante. Sentí el apoyo de mi familia; desde el primer segundo tuve y he tenido a mi esposo, que ha sido un gran apoyo.
Creo que, como a todos, cuando hay una ruptura, un cierre de ciclo, una pérdida, pasamos por todas las emociones; nos cuestionamos, dudamos, nos da miedo, pero todo eso pasa, y creo que Dios es muy sabio, que me permitió ir conociéndolo un poco más para que, cuando este momento llegara, supiera que puedo confiar en él, porque sus planes son mejores de lo que yo me imagino. Tener a Dios en mi corazón me fortaleció mucho y me ayudó a sobrepasar la tristeza, el llanto, el miedo, la frustración, y ver con optimismo este nuevo capítulo.
Su nuevo espacio para contar historias auténticas: “Sencillamente Maity Interiano”
¿En qué momento nació la idea de crear "Sencillamente Maity Interiano"?, ¿fue una chispa espontánea o algo que llevabas tiempo soñando?
El interés de hacer algo diferente siempre ha estado. Me encanta contar historias; creo que en la última etapa como presentadora del noticiero... la capacidad de contarles historias, era cada vez menos, porque hay un excelente equipo de reporteros que está afuera y está contando esas historias. Extrañaba esa habilidad de poder salir y contar las historias, y siempre es lo que me ha gustado y me ha apasionado de mi carrera.
A raíz de mi salida de Univisión, pues obviamente tengo más tiempo, y empieza la pregunta de ´¿Y ahora qué voy a hacer?´. Y, realmente, después de ponerlo en oración y de conversar con mi esposo, con mis papás y con mis hermanos, me quedaba cada vez más claro que debía hacer el podcast.
Y sí, hay muchos podcast, y sí, hay mucha gente que lo está haciendo, pero yo no lo estaba haciendo y quería darme esa oportunidad. Creo que cometemos el error de limitarnos nosotros mismos, de limitar nuestros propios sueños sin intentarlo, y no quería que este fuera uno de ellos, porque Dios ha sido muy generoso conmigo, dándome todo lo que le he pedido y lo que mi corazón desea; y si mi corazón quería tener la oportunidad de tener un podcast donde pudiera hacer las entrevistas que yo deseaba, esas conversaciones que enriquecieran y que renovaran la fe, ¿por qué no hacerlo?
Así que me asocié con mi esposo en ese aspecto, en el sentido de combinar nuestros talentos, nuestros conocimientos, buscar un espacio, darle bastante pensamiento a qué era lo que realmente queríamos; y ese es el fruto del podcast “Sencillamente Maity Interiano”, que lo estamos haciendo los dos con el apoyo a la distancia de mis papás, de mis hermanos, de la gente que más me quiere, que me está apoyando y, por supuesto, de la respuesta del público, que le gusta, que lo comenta, que lo comparte, que se suscribe, y eso para mí es la mayor satisfacción: saber que lo que yo deseaba también le está gustando a las personas.

¿Por qué “Sencillamente”? ¿Qué significa para vos, Maity, esa palabra en esta nueva etapa?
Creo que sencillamente es eso: sencillo, simple; no hay que complicarnos. Creo que en la sencillez está la belleza. A veces vivimos queriendo tener todo tan elaborado, tan perfecto, pero siempre lo sencillo es lo más natural, lo más sincero, y eso es Maity.
“Sencillamente, Maity Interiano” es lo que yo soy; las entrevistas que hago son las que a mí me dan curiosidad, me dan interés, de las cuales yo quiero aprender, y por eso ese nombre. Hubo muchos nombres. Entre mi familia, todos daban sus ideas, pero al final, esa es la que siempre resonó, y creo que todo es sencillamente: el ambiente, las conversaciones. Es eso, algo sencillo, pero hecho con mucho amor y desde el corazón.
¿Cómo ha sido el tránsito de los grandes estudios de televisión a un formato más íntimo y personal como el podcast?
Cada vez más, vemos podcast de todos los temas, de todos los intereses, y me gusta. Mirá que yo vengo de la televisión, y uno está acostumbrado a eso. Creo que la televisión me permitió hacer muchas cosas, pero también los tiempos van cambiando, y hay que irse reinventando.
La maravilla del podcast es que la gente tiene la libertad de ver el podcast en el momento en que quiera, al ritmo que quiera, volverlo a ver si quiere. Lo bueno es que no hay límites; uno puede hablar, hablar y hablar... y, como ves, a mí me encanta hablar, hablar y hablar. Entonces, no estoy con eso de que el productor me está diciendo: ´ya corta´. No, al contrario, puedo hacerlo al tiempo y a la manera que a mí más me gusta.
¿Hay algún episodio de tu podcast, que hasta el momento, te haya conmovido profundamente o que te haya dejado con el corazón latiendo distinto?
¡Todos! De verdad, Sabdy, te lo digo con el corazón en la mano. Este es un proyecto que yo lo soñé, que lo visualicé, y que es como... no un capricho, pero sí es algo que yo quise, que yo quiero. Y las entrevistas son las que yo quiero, porque yo soy “mi jefa”; pero sí tengo la libertad de decidir con quién quiero conversar y me encantan. Todas las historias me han dejado algo, y eso es lo que a mí me gusta, porque si el día de mañana esto se acaba... de todas las entrevistas aprendí algo.

¿Qué tipo de perfiles o voces esperás presentar en tu podcast?
Gracias a Dios, mirá que he tenido buena respuesta, y hemos grabado varios. Van saliendo todos los jueves, a través de mi canal de YouTube y Spotify. ¿Qué tipo de personajes? Bueno, de todo, porque a mí me gusta todo; me da curiosidad todo. Algunas son conversaciones que tuve hace mucho tiempo, y quiero volverlas a tener.
También me estoy permitiendo darle voz a otras historias, y es un reto, porque la gente tiene y tiende a tener más curiosidad por gente que ya es conocida; pero también creo y quiero que ese espacio sea la oportunidad de conocer nuevas caras, nuevas historias, porque realmente todos, en algún momento de nuestra vida, pasamos por transformaciones. En algún momento de nuestra vida nos tenemos que poner la mano en el corazón, tenemos que reforzar nuestra fe, y eso es lo que yo quiero: llevar ese tipo de conversaciones.
¿Cómo ha sido la experiencia de producir tu propio contenido sin una cadena detrás? ¿Qué ha sido lo más desafiante y lo más liberador?
Lo desafiante es que uno dice: ´¡Ay! Bueno, no sé cuánta gente lo va a ver´. Gracias a Dios, las redes sociales son infinitas, y un montón de gente lo puede ver. ¿De qué me he dado cuenta? Mirá, más allá de qué cadena sos, para quién trabajás... es lo que cultivás y lo que querés hacer.
Yo, en este caso, me he puesto a contactar a personas que he entrevistado en otros momentos; y a uno le toca ir a tocar puertas, pero, como periodistas, sabemos cómo hacerlo. Y yo creo que, si uno ha hecho su trabajo bien, si uno ha cultivado esas relaciones, si uno ha sido transparente en su trabajo, las puertas se van abriendo. Uno dice: Gracias, Señor, por permitirme haber hecho mi trabajo bien por tantos años; que ahora que lo estoy pidiendo para mí, la gente también me responde, comparte y me regala su tiempo para compartir su historia y su testimonio.
¿Qué ha dicho tu audiencia sobre esta nueva faceta tuya?
Yo sé que les gusta porque tengo muchos comentarios positivos. Las personas que me decían ´te extrañamos en la televisión´, les digo: ahora tenemos oportunidad de vernos todas las semanas en un formato diferente en mi canal de YouTube. Creo que el número de vistas refleja que a la gente le ha gustado y me siento bien. Yo agradezco ese apoyo. Estoy muy contenta, muy agradecida por ese apoyo incondicional.
¿Qué querés que la gente sienta cuando escuche y vea “Sencillamente Maity Interiano”?
Yo quiero que sientan que son parte de una conversación íntima, de una conversación sincera, de una conversación del corazón. Que sepan que cuando le dan clic o les llegue la notificación de un nuevo episodio, van a escuchar un testimonio que les va a tocar el corazón.
¿Qué mensaje le envías a tu audiencia que sigue todos tus contenidos y te apoya en cada una de tus etapas?
Agradecerles por el apoyo que siempre me han dado en las diferentes etapas; por todos los buenos deseos que me envían. Agradezco a la gente que ha confiado en mí, y trato de siempre ser impecable con lo que les doy, con lo que les ofrezco: un poco de mi vida; que se sientan cercanos, pero, al mismo tiempo, con el respeto que se merecen y que me merezco yo. Este nuevo capítulo que estoy haciendo es para mantener ese contacto; los leo y les agradezco todo el apoyo que he recibido.
Sin filtros con Maity Interiano
¿Una frase que te repetís cuando algo no sale como esperabas?
Señor en ti confío.
¿Qué tiene que tener una historia para que Maity quiera contarla?
Tiene que venir del corazón.
¿Qué significa para vos, hoy, ser “Sencillamente Maity Interiano”?
Un sueño cumplido, ser auténtica y me siento feliz y realizada.
¿Qué pensás cuando te ves al espejo en tus días más difíciles?
Todo va a estar bien.
¿Un miedo que soltaste cuando te convertiste en mamá?
El miedo de que no iba a poder ser madre. Solté la duda, las interrogantes y lo entregué todo a Dios.
¿Cuál es tu definición de éxito ahora que sos esposa, madre y emprendedora?
Tener paz en el corazón creo que es el mayor éxito. Poderte dormir y despertarte con una sonrisa y, cuando no es una sonrisa, saber que vas a poder seguir adelante y luchar. También poder ver a mi hija a los ojos y darle un besito, ver a mi esposo y atenderlo, hablarle a mis padres y saber que están llenos de salud. Poder arreglarme e ir a hacer mis entrevistas, todo ese conjunto define el éxito.
Cuando mirás a tu esposo, ¿qué sentís que has encontrado en él más allá de la pareja?
Un compañero, un cómplice, un mejor amigo... el amor de mi vida.
¿Qué has aprendido de la maternidad que jamás habrías imaginado?
Que soy más fuerte de lo que yo imaginaba, que puedo ser paciente y que mi corazón puede amar de una manera infinita.
Si pudieras decirle algo a la Maity de hace tres años, ¿qué le dirías?
Que todo va a estar bien, que confié, que disfrute y que confíe en el plan de Dios, porque los tiempos de Dios son perfectos.