COMAYAGUA, HONDURAS.- Seguramente todos pensamos que TikTok es una red social para liberarse del estrés viendo videos y retos divertidos, sin embargo, un profesional de la salud decidió romper estos parámetros y demostrar que con su contenido se puede educar a las personas.
Diler Cruz es un especialista en ortodoncia, pero también un revolucionario que verificó que se puede llegar a otras partes del mundo haciendo videos sobre cirugías y cuidados dentales.
Más de 5.4 millones de seguidores son los que actualmente tiene en su cuenta oficial de TikTok @Dr. Diler Cruz, donde hay videos que llegan a más de 100 millones de visitas y son comentados por expertos extranjeros como nacionales.
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El doctor Cruz tiene su clínica dental en el barrio Maracuyá en Siguatepeque, Comayagua, donde es visitado por personas con serios problemas odontológicos y otras que desean tener sus dientes blancos y brillantes.
Al entrar en el lugar, el influencer de los cinco millones llegó personalmente a atendernos porque cree que no se necesitan intermediarios para recibir a los pacientes o visitantes, como en nuestro caso.
Un equipo de profesionales preparados se le unió al recibimiento, haciendo saber que son muy unidos, tanto como una familia, en donde cada uno tiene su función, pero se apoyan mutuamente.
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En la clínica se trabaja con equipo técnico de primer mundo, lo que facilita la labor y evita el dolor que produce la odontología tradicional, destacando que estas herramientas son manejadas por una joven experta que con amabilidad atiende a todos los que llegan a su área.
Mientras el doctor caminaba por su zona de trabajo nos comentó cómo surgió esta idea de hacer tiktoks (videos).
“El proyecto tiene nueve años de planificación y llegó en un momento en que con mi esposa éramos incrédulos a las redes sociales”, afirmó Cruz, en tanto entrelazaba sus dedos de la mano.
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Explicó que antes de comenzar a incursionar en las redes sociales, él y su familia atravesaban un momento crítico, pero está agradecido por esta oportunidad de lograr influenciar a otros con su contenido.
“Nosotros empezamos a meternos en las redes sociales por un amigo, Yamal Rodríguez, que venía de los Estados Unidos a pasar sus vacaciones en Honduras. Pero el día que él llegó, cerraron el aeropuerto por la pandemia”, explicó el reconocido doctor.
“Cuando él (Rodríguez) llegó era un experto en marketing y me dijo: ‘doctor, aquí en Honduras voy a estar, no puedo salir porque el aeropuerto está cerrado, venga a traerme que quiero conocer su empresa’”, comentó con admiración Cruz.
Indicó que le hicieron un recorrido por toda la clínica y le preguntó, “¿usted cómo maneja sus redes sociales, ¿dónde lo encuentro en mi teléfono?”, y le respondió con incredulidad, “para mí eso no, yo creo más en los pacientes boca a boca, lo que es tradicional”.
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Asimismo, dijo que su amigo le empezó a explicar cómo funcionaban las redes en el país norteamericano y que eso se convertía en una parte fundamental de una empresa.
“Me habló de una página web y le volví a decir que no creía en eso, entonces Rodríguez me orientó en cómo comenzar a trabajar, él es un pilar fundamental para la creación de la página, me enseñó cómo manejar Facebook e Instagram, las que son redes básicas o las básicas como mi amigo les dice”, detalló el tiktoker y odontólogo.
“Pero en un almuerzo fue donde él me preguntó: ‘doctor, ¿ya pensó en abrir TikTok?’. En ese momento estaban dos de nuestras hijas e inmediatamente con mi esposa vimos la reacción de ellas, que decían: TikTok, sí, TikTok”.
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Cruz se sorprendió al ver la red social y negativo expresó con un rotundo “no, esto no” porque al ver que la audiencia se encontró con bailes y otras cosas de humor.
“En ese momento dije, no, eso no es para un doctor, ¿qué vamos a hacer ahí? Por miedo de exponerme a que dijeran: un profesional haciendo eso”, dijo recordando aquellos inicios.
“En nuestros primeros videos hubo momentos donde bailamos y después con mi esposa empezamos a ver que podíamos utilizar las herramientas (de la clínica), y con el conocimiento que teníamos podríamos mostrar más”, dijo el entrevistado.
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Nos explicó cómo pasó de tener 64 seguidores a lograr la cifra actual que rondan los 500 millones en TikTok y los 100 mil suscriptores en YouTube.
“Momento que nunca voy a olvidar es cuando de 64 seguidores rápidamente pasamos a 30 mil y en menos de un año llegamos a 500 mil y de repente llegamos al millón, en ese momento dije: ‘ahora sí, la cosa se puso buena’”, expuso el doctor que es reconocido de manera internacional.
Algunos de sus videos son compartidos por personas de diferentes nacionalidades donde se destacan países como Japón, China y Filipinas, además de estadounidenses, mexicanos y brasileños, entre otros.
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Le consultamos que de dónde era originario y de qué universidad egresó, nos respondió con mucho orgullo: “Soy nacido de Comayagua” y “soy puma de corazón”, con esto nos afirmó que sus raíces son catrachas y que se tituló en la máxima casa de estudios, la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Recalcó que “lo importante es demostrar que en Honduras se puede”, refiriéndose a que él pudo cursar su especialidad en ortodoncia aquí en el país, pese a no haber tenido los recursos financieros en aquel momento.
“Somos un ejemplo de que las personas pueden superarse dentro del país”, dijo Cruz con optimismo.
Al mismo tiempo, se remontó a varios años atrás cuando él comenzaba su camino como odontólogo y tuvo que instalar su primera clínica dental en la aldea El Mochito, en el municipio de Las Vegas, Santa Bárbara.
Esta etapa de su vida le costó noches de lágrimas y esfuerzo, donde tuvo que armarse de valor para lograr tener hoy su nueva clínica en Siguatepeque y contar con una de las mejores tecnologías del país.
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“Ver a los jóvenes migrar de su tierra es una de las cosas que a uno lo llenan de nostalgia, porque la información que nos abate a diario nos dice: no se puede, nos roban el dinero, mirá que vienen más impuestos, combustibles, comida, tanto y tanto”, dijo con tristeza el médico e influencer.
“Pero yo le digo a mi esposa que Honduras es un país lleno de oportunidades, es un país virgen para emprender proyectos y para hacer tantas cosas”, manifestó con optimismo.
El doctor Diler está convencido de que tanta información negativa provoca que los jóvenes se impacienten, y no quieran atravesar el proceso para llegar a la meta.
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“Hay que tener paciencia, todo lleva un ciclo y no hay que esperar que le vaya bien si no termina una carrera universitaria, si no termina el colegio o una maestría”, apuntó.
Agregó que “quitando todo eso, no se puede esperar que le vaya bien si no se levanta temprano a trabajar, si no le dedica tiempo a su empresa, si no administra bien su dinero, si gasta en otras cosas que no le permitan los proyectos que tengan propuestos a alcanzar”.
“Las oportunidades no solo están en Tegucigalpa y San Pedro Sula, que generalmente son el estándar de lo que la gente piensa. El hondureño es capaz de marcar diferencias en lo más profundo del interior del país, así como lo hace en las ciudades grandes”, concluyó.
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