Tegucigalpa, Honduras.- El reciente nombramiento de Robert Francis Prevost como papa León XIV ha generado tanto expectativas como controversias, especialmente por su historial en el manejo de denuncias de abusos sexuales en la Iglesia durante su labor como autoridad eclesiástica.
La Red de sobrevivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes (SNAP) ha catalogado este papado como un "serio ajuste de cuentas", debido a las decisiones —y omisiones— tomadas por Prevost cuando fue provincial de la Orden Agustina en Chicago y obispo de Chiclayo, Perú.
Una publicación de College of Cardinals Report señala que, como prefecto del Dicasterio para los Obispos, Prevost tiene la responsabilidad de aplicar las directrices del motu proprio Vos estis lux mundi, decretado por el papa Francisco. Esta norma permite incluso la renuncia de obispos por negligencia o encubrimiento en casos de abuso.
A continuación, EL HERALDO Verifica explica lo que sabe:
Caso en Chicago
Durante su gestión como superior provincial de la Orden Agustina en Chicago, Prevost fue vinculado al caso del sacerdote James Ray, acusado de abusar sexualmente de al menos 13 menores.
Ray fue alojado en un monasterio cercano a una escuela primaria, pese a tener restricciones impuestas desde 1990, como la prohibición de estar a solas con menores.
SNAP asegura que Prevost conocía esas limitaciones. Sin embargo, el portal The College of Cardinals Report aclara que fue el prior local, y no Prevost, quien decidió alojar al sacerdote en ese lugar. Además, en ese momento, Ray no había sido juzgado ni sentenciado formalmente.
Caso en Perú
En 2022, tres mujeres denunciaron a los sacerdotes Eleuterio Vásquez González y Ricardo Yesquén por presuntos abusos cometidos en 2007, cuando ellas eran menores. Alegaron que, al presentar la denuncia, Prevost —entonces obispo de Chiclayo— no impulsó una investigación canónica ni activó medidas de protección.
La diócesis respondió que Prevost sí se reunió con las denunciantes y que uno de los sacerdotes fue suspendido, mientras que el otro ya no ejercía funciones debido a su edad y estado de salud. El proceso fue cerrado por falta de pruebas.
José Enrique Escardó, presidente de la Red de Sobrevivientes de Abusos Sexuales por parte de Religiosos del Perú, sostuvo que algunos actores intentan utilizar las denuncias para desprestigiar a Prevost.
Caso Sodalicio de Vida Cristiana
En contraste, Prevost mostró firmeza frente a los abusos cometidos dentro del Sodalicio de Vida Cristiana, organización peruana denunciada por casos de violencia sexual, física y psicológica contra menores y miembros.
Apoyó las revelaciones periodísticas de Paola Ugaz y Pedro Salinas, autores del libro Mitad monjes, mitad soldados (2015), donde se documentan más de 30 testimonios de víctimas.
Como prefecto del Dicasterio para los Obispos, Prevost impulsó la destitución del obispo José Antonio Eguren, implicado en el escándalo, y respaldó en 2023 el envío de una comisión investigadora a Perú por orden del papa Francisco.
El periodista Pedro Salinas afirmó que toda vinculación de Prevost con encubrimientos de abusos es falsa y responde a un intento de desacreditarlo públicamente.
El pasado 14 de abril de 2025, el Sodalicio firmó su decreto de supresión como organización religiosa.
Exigencias a León XIV en sus primeros 100 días
Organizaciones como SNAP han exigido al papa León XIV una agenda concreta en sus primeros 100 días de pontificado, incluyendo: creación de una Comisión de la Verdad Global, independiente y con cooperación plena del Vaticano.
Asimismo, una ley de tolerancia cero incorporada al derecho canónico, acuerdos jurídicos internacionales que exijan transparencia y rendición de cuentas, un fondo de reparaciones financiado con activos de la Iglesia y la conformación de un Consejo Global de Sobrevivientes con autoridad para supervisar el cumplimiento de estas medidas.
En conclusión, aunque el historial de Prevost genera opiniones divididas, su papado será observado con especial atención en torno a cómo enfrenta las exigencias de justicia y transparencia frente a los abusos cometidos dentro de la Iglesia.