Una marea de personas vestidas de rojo llenó este domingo las calles de Ámsterdam para exigir al gobierno neerlandés "medidas concretas para detener el genocidio israelí y la ocupación de Palestina"
Si el Gobierno neerlandés no aumenta la financiación destinada a la renovación, cuyo coste total asciende a 104 millones de euros, el recinto se verá obligado a cerrar