El tacto, a diferencia de los otros sentidos, requiere del contacto físico entre dos individuos; por este motivo, por lo general es posterior a las señales visuales y olfatorias.
La comunicación táctil es una de las más importantes en los perros, fundamentalmente para expresar su rango social, ya sea dentro de la manada o en su convivencia con la familia humana. Entre las primeras, llamadas señales de dominancia, las más comunes entre los perros son: el apoyo del hocico de un perro sobre los hombros del otro como forma de demostrar su superioridad; el apoyo de los miembros anteriores sobre otro individuo, ya sea otro perro o una persona. En otras palabras, el saltar sobre un ser humano es la forma de saludar que tienen los perros dominantes.
Asimismo, la acción de muchos perros de tomar con la boca el brazo de su dueño o la correa durante los paseos, que muchas personas interpretan como que el animal está jugando o quiere llevarlo a algún lado, no es otra cosa que señales táctiles de dominancia que indican que el líder de ese grupo es el perro y no el dueño. Entre la señal de sumisión está el hociqueo, que consiste en dar pequeños golpecitos con el hocico y lamer, ya sea el hocico de un congénere o la cara y las manos de una persona.