El acoso laboral es un flagelo que lamentablemente se da en muchas empresas sin distinción de sexo, edad o rubro. El mismo consiste en un tipo de violencia psicológica en el ambiente laboral ya sea de un superior a un empleado de menor puesto o viceversa.
Para saber si usted esta siendo victima o acosador, tome nota de los siguientes puntos:
1- Lo primero que un acosador hace es impedir que la víctima se exprese: constantemente trata de interrumpir al pasivo para que este no puede hablar y así anularlo como profesional.
2- Aislar a la víctima: otro factor que se observa en el comportamiento del acosador es el deseo de marginar a la persona que sufre el acoso.
Esto se puede notar en simples actos como dejarlo por fuera ya sea en reuniones de trabajo, celebraciones e incluso durante las horas que se comparten entre compañeros, no solo con la meta de aislarlo, incluso con el propósito de bajar su autoestima.
3- Desacreditar a la víctima en su trabajo: la persona acosadora no pierde la oportunidad para murmurar o calumniar, lanzar rumores sobre la víctima, ridiculizar o reírse de ella.
También intentar que parezca una enferma mental, burlarse de sus dolencias o minusvalías, imitar las maneras, la voz, los gestos de la víctima para ridiculizarle, criticar sus convicciones políticas o sus creencias religiosas, burlarse de su vida privada, de igual forma reírse de sus orígenes o de su nacionalidad es parte del maltrato laboral.
4- Menospreciar a la víctima frente a sus compañeros: este punto toca aspectos netamente referente al conocimiento que posee la persona que inicia con pequeñas cosas como no confiarle ninguna tarea, privarle de toda ocupación y vigilar que no pueda encontrar ninguna.
El problema llega hasta exigirle tareas totalmente absurdas o inútiles muy inferiores a sus competencias, ocuparle incesantemente en nuevas tareas, hacerle realizar trabajos humillantes o darle obligaciones muy superiores a sus competencias para poder demostrar su incompetencia.
Por último y en casos más extremos está comprometer la salud de la víctima: exigirle trabajos peligrosos o perjudiciales para su salud, también amenazarle o agredirle físicamente, pero sin gravedad a modo de advertencia.
