Tegucigalpa, Honduras.- Hay varios cementerios en Tegucigalpa que son desconocidos para muchos capitalinos debido a la poca atención que se les presta como camposantos, ya que muchos no tienen espacios o no son administrados por la Alcaldía Municipal.
Este es el caso del cementerio Agua Salada, ubicado en la colonia Miraflores, un antiguo camposanto que, según testimonios, tiene alrededor de 200 años de existencia.“La familia Matamoros lo hemos venido cuidando de generación en generación.
Aquí están enterrados mis bisabuelos, abuelos y padres”, indicó don Pedro Matamoros, encargado de este desconocido cementerio.
Matamoros recordó que este panteón es muy antiguo y que, en el siglo pasado, pertenecía a la aldea Agua Salada.
“En este lugar hay aproximadamente 400 tumbas, y hemos venido conservando este sitio para que no lo invadan, como suelen hacer con las áreas verdes”, detalló el entrevistado mientras reparaba una de las tumbas en la entrada del camposanto capitalino.
“Para nosotros no es solo un cementerio, es un legado que cuidamos de generación en generación”, expresó mientras señalaba una de las tumbas donde fue enterrado su padre.
Don David Matamoros, tío de don Pedro, expresó que el cementerio ha existido desde hace mucho tiempo y que quienes entierran ahí son los nativos que todavía tienen espacio y viven en el lugar.
“Nosotros somos nativos del barrio Morazán, uno de los más antiguos de la capital”, comentó don David mientras descansaba un poco junto a su sobrino.
Cabe destacar que Tegucigalpa tiene varios camposantos desconocidos, entre ellos el cementerio de la colonia Travesía y el cementerio de la residencial Jacaleapa.
“El llamado es para todos aquellos ciudadanos que cuidan este lugar, que sigan haciéndolo, porque es un aporte importante y honra a nuestros antepasados”, mencionó Pedro Matamoros.
Finalmente, refirió que este legado de cuidar el cementerio Agua Salada lo mantendrá hasta el último día de su vida, ya que es una herencia familiar
La cultura de la muerte
El historiador Daniel Vásquez sostiene que es bastante interesante el cementerio Agua Salada, ya que pudo haber pertenecido a una aldea indígena.
El segundo elemento importante para el historiador es que la cultura de la muerte va más allá de la parte física y material.“Nosotros, en nuestra cultura hispana y católica, tenemos esa característica con relación a la muerte.
Y esa ideología se palpa en el cuidado y mantenimiento de los cementerios, independientemente de que sean de la gente rica o de la gente pobre”, expuso el experto en historia de Honduras.Indicó que las tradiciones del país son ricas, sin dejar de lado los cementerios, que son parte y testigos de las costumbres de un pueblo.
Además, consideró que si se les sacara provecho a estas costumbres, no solo se preservarían, sino que también se fomentaría el turismo en estos antiguos cementerios de la capital.