Un lamentable descuido terminó con la vida de una niña de 18 meses.
La menor murió envenenada al comerse un pedazo de pan con matarratas que un adulto había colocado en un rincón de su casa ubicada en la colonia 1 de Diciembre.
La infortunada expiró en la clínica periférica Las Crucitas de la colonia Mayangle, adonde fue trasladada en un intento de salvarle la vida.
Una doliente relató que la pequeña falleció a causa de envenenamiento porque se comió un pan con veneno para matar ratas que habían puesto en su vivienda. Tras presentar los primeros síntomas fue trasladada al centro asistencial, donde expiró.