Personal del Ministerio Público y técnicos de la Sección de Inspecciones Oculares de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), llegaron la mañana de ayer al cementerio clandestino ubicado en la colonia Las Pavas, en busca de más cadáveres enterrados.
El viernes, especialistas de las mismas instituciones exhumaron el cadáver en pedazos de una mujer,
que supuestos integrantes de maras desmembraron y lo enterraron en un predio aledaño a varias viviendas de las cuales desalojaron a los propietarios de los inmuebles.
Hay que recordar que la mañana del jueves, equipos de la DNIC con apoyo del Comando de Operaciones Especiales (Cobras) ejecutaron allanamientos en ocho viviendas denominadas “casas locas” en el sector 3 de la colonia Las Pavas, y en el interior de los inmuebles los investigadores descubrieron manchas de sangre en las paredes y otros indicios de que las habitaciones habían sido utilizadas por mareros para el asesinato de personas y realizar otras fechorías.
Para el caso, en una de las viviendas construidas de material, los agentes hallaron sacos de nailon y lazos, ropa de vestir masculina y femenina, zapatos y hasta latas de pintura.
Los trabajos de exhumación se realizan bajo una fuerte custodia policial, debido a que la colonia Las Pavas y las colonias aledañas son consideradas “zona caliente” debido a la presencia de integrantes de maras que mantienen control de territorios.
De la primera exhumación que se realizó se presume que las partes podrían ser de una mujer, pero ese extremo no se ha confirmado por parte de las autoridades de Medicina Forense ya que están en el proceso de análisis científicos, pues no se podía identificar plenamente.
El cuerpo esquelético que fue encontrado tenía una cinta adhesiva transparente colocada en el rostro, por lo que presumen que la víctima fue torturada antes de que le quitaran la vida.
Tras el operativo policial realizado el jueves anterior se capturó a varios integrantes de la Mara 18, a quienes se les considera ser los responsables de cometer los crímenes en el interior de las “casas locas”.