En la cárcel de máxima seguridad deberán permanecer los cinco pandilleros que fueron detenidos con un fuerte armamento el pasado jueves.
A eso de las 10:00 de la noche de ese mismo jueves el juez del centro integrado en esta ciudad dictaba detención judicial contra los capturados en la residencial Los Molinos II.
Obed Isaí Alemán Iscoa, alias “Tacoma” (33), Miguel Ángel Lobo Saravia (32), Walter David Rosales (33), Efraín Alexander Zúniga (23) y Gerson Alvarado Vigil (29) fueron trasladados a la cárcel de máxima seguridad por su extrema peligrosidad.
Los cinco imputados deberán comparecer el próximo martes a las 9:00 de la mañana, a la audiencia inicial que se celebrará en los tribunales sampedranos.
“Es el inicio de los golpes que da la Policía a la plataforma criminal que ha venido delinquiendo en perjuicio de la sociedad. Hay un compromiso para dar respuestas efectivas y nuestro trabajo continuará”, dijo el director de la Policía Nacional, Juan Carlos Bonilla.
La audiencia
La Fiscalía contra el Crimen Organizado fue la responsable de presentar la acusación contra los cinco pandilleros acusados por los delitos de almacenamiento de armas prohibidas, material de guerra o de combate; almacenamiento de armas comerciales; asociación ilícita; almacenamiento indebido de uniformes e insignias y encubrimiento en perjuicio de la seguridad interior del Estado de Honduras, la fe pública y la administración pública.
La audiencia inició a las 4:00 de la tarde y se extendió por cinco horas donde las partes presentaron los medios de prueba. A las 10:00 de la noche era dado a conocer el fallo por el juez, quien determinó detención judicial contra los cinco implicados.
La orden del juez era trasladar a los detenidos al penal sampedrano, pero por la peligrosidad de los apresados el director de la Policía Nacional, bajo un fuerte dispositivo de seguridad, envió a los cinco detenidos a la cárcel de máxima seguridad en la Penitenciaría Nacional.
A las 10:30 de la noche, el contingente partía hacia Támara, con los cabecillas de la red criminal que fueron detenidos en un operativo policial que los acordonó en la residencial Molinos II.
La intervención de monseñor Rómulo Emiliani permitió que los cinco pandilleros se entregaran a las autoridades.
Evidencias
La Fiscalía presentó en la audiencia de detención judicial como medio de prueba 15 camisas de la Policía Preventiva, nueve pantalones, seis chalecos antibalas con identificación policial, ocho gorras de la institución, ocho chalecos fluorescentes de la Policía de Tránsito y dos más sin insignia policial.
Además, tres placas policiales que se presume fueron quitadas a miembros de la institución que habrían sido ultimados por los mismos pandilleros, según la Policía.
Entre las evidencias destacan una cámara de seguridad y dos radios de comunicación, en los que mantenían la frecuencia de la Policía para estar al tanto de las actividades que realizaban los uniformados.
Entre el arsenal que fue presentado había seis pistolas, cinco granadas, cuatro fusiles AK-47, dos fusiles R-15 con lanzagranadas, 10 cargadores de pistola automática, 10 de R-15, 15 de Ak-47 y unos 500 tiros de diferentes calibres.