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Mayas: ¿inicio o final?

El Chilam Balam encierra la llamada profecía sobre el fin de los 13 baktunes que hace alusión a que el quetzal volverá en medio de una gran tribulación para dar paso a una nueva humanidad.

16.12.2012

Para los antiguos mayas, el tema de registro del tiempo y los hechos del pasado parece haber sido una obsesión. Dejaron un legado tallado en piedra acerca de todos los acontecimientos importantes de su pasado histórico, que hemos encontrado sobre sus estelas, como inscripciones jeroglíficas, y también quedaron consignados en sus códices que antiguamente fueron muchísimos; hasta la llegada de los conquistadores y sacerdotes españoles, quienes destruyeron la gran mayoría, en los llamados actos de fe; la cantidad de ellos era inmensa, quedándonos solo cuatro de ellos que datan de la época clásica de la civilización maya.

Los vestigios que pueden tomarse como profecías mayas son muy escasos. El sistema que utilizaron estaba basado en el conocimiento de los ciclos de la historia, ellos sabían muy bien no solo cómo contabilizarlos, sino también cómo interpretarlos; lo que constituye un método de proyectar la historia en el futuro. Los mayas eran grandes observadores de la naturaleza y del universo, y a su vez prestaban mucha atención a los acontecimientos que tenían lugar en relación con sus vidas y con su civilización.

CALENDARIO. La observación del tiempo y de los hechos pasados hizo que los mayas lograran entender que la historia es cíclica y que se va repitiendo a la vez que se supera, en la misma forma que se desarrolla una espiral, dejando ver etapas análogas a las anteriores. Con sus métodos de cómputo lograron, por medio del estudio de los ciclos históricos, hacer una suerte de pronósticos para el futuro, basado en las observaciones de los hechos del pasado.

Podríamos afirmar que ellos tuvieron una ciencia ahora perdida que conocieron y entendieron muy bien, pero de la que nosotros sabemos muy poco o más bien nada. Sin embargo, el estudio de los estucos que recubren los muros de sus construcciones, de los íconos en ellos reflejados, de los símbolos representados en sus esculturas y del sistema de escritura maya, ha dado como resultado hallazgos verdaderamente sorprendentes.

Pese a toda la gran desinformación que circula sobre el tema de las profecías mayas, misma que ha llegado hasta el extremo de decir que los mayas hablaron de un fin del mundo; se han podido encontrar estudios serios al respecto. Varios investigadores, provenientes de distintas partes del planeta, han demostrado que nunca existieron ni siete profecías mayas ni cosa que se le parezca, sino más bien recuentos históricos proyectados hacia el futuro. Estos son, en el fondo, escasos y más escasos aún los que se refieren a la famosa fecha mítica del 21 de diciembre de 2012. Las fuentes o documentos que hablan sobre esto son cuatro.

La primera y más importante de ellas es la fuente histórica, contenida en los libros de Chilam Balam. Estos libros fueron escritos ya durante la época colonial, sobre todo en las regiones de Guatemala y Yucatán. Entre estos libros, los más importantes son el Chilam Balam de Chumayel, el de Tizimin, el de Kaua, el de Ixchil, el de Tekak, el de Nach, Tuzik y el Códice Pérez o Mani.

En el principal de ellos, el Chilam Balam de Chumayel, se encuentra precisamente la llamada profecía sobre el fin de los 13 baktunes -períodos de tiempo equivalentes a 144 mil días, cerca de 394 años- y que tiene lugar ahora, este 21 de diciembre de 2012. En ella, básicamente se hace alusión a que el quetzal volverá. El ave símbolo, una de las más representativas de nuestra región y de la civilización maya, recordaba la presencia del Dios Uno, a su vez era la más importante de las aves del mundo para los mayas; la profecía señala que desde el Supramundo, o sea, el cielo maya, el quetzal va a aparecer de nuevo; lo que constituye un símbolo del regreso de los valores a la tierra.

La mala noticia es que este quetzal volverá en medio de torrentes de sangre, en medio de gran tribulación y movimiento. Así, los mayas sabían, tal y como todas las antiguas civilizaciones de la Tierra, que cada vez que ocurre un final de ciclo hay una gran tribulación, cataclismos y cambios; para dar lugar después a un nuevo periodo a la tierra, así ha sido siempre.

Por ende se dice en el Chilam Balam que el quetzal volverá, pero en una época difícil; también dice que los Itzaes también volverán. Los Itzaes son el símbolo de los hombres sagrados, del humano que vuelve a tener contacto con lo sagrado, con la naturaleza y el universo y por ende con Dios. Este símbolo del regreso de los Itzaes es el advenimiento de una nueva humanidad con un nuevo paradigma y una nueva forma de pensar.

En ninguna parte del Chilam Balam, ni en algún otro de estos libros se menciona fin del mundo alguno, como tampoco en las siguientes fuentes que veremos.

El monumento número 6 del sitio arqueológico Tortuguero en México: en este monumento que desafortunadamente está fragmentado, aparece una inscripción glífica donde se menciona la llamada fecha era, el fin del treceavo baktún que es el 21 de diciembre de 2012. Básicamente parece que es una fecha importante y que es el fin del ciclo y que a continuación empieza otro.

Existen varias profecías mayas que mencionan acontecimientos que tendrán lugar después de 2012, lo que da una prueba más de que los mayas nunca mencionaron nada en relación al fin del mundo, en torno al 21 de diciembre de 2012.

La otra gran fuente importante para análisis de las profecías mayas es la tradición maya. Esta habla de varias creaciones y esto está escrito en el Popol Vuh, uno de los vestigios de mayor importancia histórica que han quedado después de la destrucción de los códices que perpetraran los españoles durante la conquista y la colonización.

En el Popol Vuh se menciona que existieron varias creaciones: la de los hombres de barro, los hombres de madera, para pasar después a la de hombres del maíz y se hace claro énfasis que estas son intentos de perfeccionamiento de la raza humana y son también ciclos de la historia. La tradición quiere que ahora termine una de estas grandes eras para pasar a otra gran humanidad, estas coinciden con el calendario azteca, el monumento de Tortuguero y la misma fuente histórica conocida con el nombre de Chilam Balam.

El fin de este gran ciclo, trece baktunes, conforma un periodo 5,125 años, que habría empezado con el nacimiento de Xunaxpu e Ixchbalanqué.

Los dos gemelos míticos y de mayor importancia en la historia que nos relata el Popol Vuh: Xunaxpu e Ixchbanqué simbolizan el hombre que trae de nuevo los valores a la humanidad.

El estudio serio de la civilización maya nos muestra que lo que ellos profetizaron es un cambio de ciclo y no un fin del mundo. Esto nos habla de una de necesidad de un cambio de actitud ante la decadencia que vive el mundo.

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