Honduras

Con apoyo de iglesias forman a niños pobres

El proyecto se ejecuta en los municipios de Comayagua, Siguatepeque, Intibucá y La Paz.

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28.10.2013

Con apoyo de tres iglesias cristianas evangélicas
se han comenzado a formar 650 menores de tres sectores de la ciudad de Comayagua.

Residir en comunidades de extrema pobreza y el rendimiento escolar que muestran en sus centros educativos son las dos condicionantes por los cuales son elegidos los beneficiados.

Los niños, además de la formación cristiana extracurricular
que reciben, son capacitados en diferentes áreas con la finalidad de identificar sus potenciales a nivel de destrezas.

El fin de identificar las habilidades de los beneficiados es para ayudarles a que identifiquen carreras estudiantiles según sus talentos, pues son becados hasta que culminan la universidad.

El proyecto también está presente en los municipios de Siguatepeque, Intibucá y La Paz.

Se estima que en total se sostienen más de 3,100 niños y adolescentes, los que reciben la ayuda del programa educativo religioso.

Y es por cada proyecto que se estructura en las colonias que el número de menores a atender es de 250 beneficiados.

Las iglesias involucradas en el proyecto son Vida Cristiana, Cristo es mi Roca de la Asamblea de Dios y Una Nueva Visión de Asambleas de Dios en Honduras, pero el financiamiento es aportado por la organización Compasión Internacional.

En la colonia Brisas de Altamira, de Comayagua, se atienden 250 niños y en las colonias Nueva Valladolid e Iván Betancurth igual número de menores.

Estructura del proyecto

De forma previa al inicio del proyecto en una comunidad se realiza la identificación de jóvenes que serán los encargados de identificar a los pequeños que se beneficiarán, y a su vez capacitarlos en diferentes temas relacionados con la parte humana, religiosa y a nivel de destrezas.

“Lo que se brinda de forma extracurricular es un taller de inteligencias múltiples donde contamos con tutores que trabajan con los niños para desarrollar el liderazgo en beneficio de sus comunidades, luego de descubrir sus potenciales”, dijo Lastenia Argueta, facilitadora de proyectos de Compasión Internacional.

Una vez que los niños descubren sus mejores habilidades, se les instruye para que busquen estudiar una carrera de acorde con sus capacidades, manifestó Argueta.

En la actualidad se cuenta con 155 menores con becas académicas financiadas en su totalidad por la organización.

El director del Centro de Desarrollo Integral (CDI) Roca de Salvación
de la colonia Iván Betancurth, Gustavo Velásquez, informó que por medio del proyecto se inculcan cuatro características fundamentales para el éxito de los niños.

“Se trabaja con la parte humana, física, espiritual, emocional e intelectual de los menores. Contamos con niños desde los tres años hasta los 18 años y lo que pretendemos es que se conviertan en siervos líderes”, explicó Velásquez.

Con los años de experiencia alcanzados se ha podido identificar a niños con capacidades para desempeñar oficios técnicos como electrónica, electricidad, corte y confección, repujado (cuadros de aluminio con figuras), entro otros.

El proyecto lleva más de 15 años en el país y con el paso de los años han surgido nuevos grupos de niños en formación. El municipio con mayor número de menores en formación es Siguatepeque, donde se han conformado cinco grupos de infantes que están en proceso evolutivo.

Ejemplos

Uno de los ejemplos es Celeste Alejandro Ayala, un joven de 17 años que ingresó al DCI a los 13 años y en la actualidad está por egresar del bachillerato en computación.

“Para mí formar parte del CDI ha sido de bendición en los espiritual como en lo humano, pues con ayuda de Compasión Internacional
estoy por graduarme, con lo que espero lograr una oportunidad de trabajo para sostener a mi familia”, dijo Ayala.

El estudiante recibe los materiales de estudio por parte del CDI y es un alumno destacado en su centro de estudio.

La señora Lesly López, madre de uno de los niños beneficiados, se mostró contenta luego que su hijo Dany López fue elegido para formar parte del CDI.

“Yo sueño con que mi hijo triunfe y pueda salir de la pobreza en que vivimos por sus propio desempeño en la escuela y también al servicio de Dios”, dijo López.

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