Opinión

Imperdonable es actitud, comportamiento o hecho que no se puede o no se debe perdonar. En este país de mentiras, la única verdad es la mentira, por eso son imperdonables los actores y autores de la tragicomedia que soportamos. La verdad es eterna, la mentira efímera.

Nos acosan más en tiempo electoral. Antes dos partidos, Liberal y Nacional, hoy la tripleta resultó de liberales traidores aluzados por una fracasada “ideología” que no comulgan ni profesan. Abusaron como oligarcas desaforados cuando fueron gobierno del partido que partieron con alevosa ingratitud. Hoy tienen lo que no tenían pero siguen siendo lo que siempre fueron. Irremisibles.

Xiomara Castro (XC), invitada por el pastor Evelio Reyes en Vida Abundante, dijo que ella y su familia ya han perdonado y en levitado fariseísmo leyó una oración que supo a mentira al ignorar a otros candidatos cuando por cortesía pretendieron saludarla. Intolerable.

¿A quién perdonaron señora? Son su marido y familia los que tienen que pedir perdón al pueblo que los llevó al poder para servirlo no para servirse de él. Cito al papa Francisco: “A la gente la empobrecen para que luego voten por quienes los hundieron en la pobreza… todos los pecados pueden perdonarse, menos la corrupción”. Zelaya y sus 40 “cuatreros” son imperdonables.

En el programa del ágil periodista Edgardo Melgar, XC, con tarea y gesticulación bien garroteada, tergiversó la verdad que todos conocemos y entre falacias asegura que terminará con la corrupción e impunidad, ya que en Honduras la ley se vende y se compra. No hay justicia, concluyó. No confesó la verdad pero no mintió, ella bien sabe que su consorte y comparsa recibieron la ilegal impunidad brindada por Lobo por los delitos de corrupción y violación al Estado de derecho, no permitiendo que como imputados fueran llevados ante la justicia.

De hinojos y de por vida debe darle gracias al que les dejó gozar la maldita impunidad. Mal paga el diablo a quien bien le sirve. “No quiero nada para mí que los pobres no tengan”. ¿Se puede concebir una abyección más grande? Su ofensa es imperdonable.
Confesó sin ambages: “tengo capacidad para gobernar”. Nada hay más terrible que una ignorancia activa. Goethe. “Dicha te dé Dios que el saber poco te importa”. Amenaza con superar al esposo. ¿En que lo superará? La indignidad es siempre soledad. Bochornosa.

La acompañaron activistas vestidos de blanca pureza que ayer eran agresivos liberales disciplinados. Galería donde se confundían los inteligentes que mandarán y los convenientes que aplaudirán si ganan las elecciones. Cuando el talento es ajeno la ignorancia enajena. Garrafal.

“Nunca más se va a jugar con el hambre de los hondureños…”. ¿Por qué calló cuando su consorte dilapidó la Estrategia para la Reducción de la Pobreza?, “…ni se matará a los jóvenes y mujeres en las calles”. Temeraria acusadora.
Con cinismo imperdonable los corruptos hablan contra la corrupción, olvidan que “pueblo chico es infierno grande”, que conociéndonos todos sabemos quién tiene por trabajo honrado y quién es corrupto probado. Si no hay justicia, como dice XC, es porque todos están coludidos

Las planillas electorales están topadas de corruptos reconocidos, aun cuando los candidatos juran que lucharán contra la corrupción. Perdonarlos es imperdonable.