Editorial

Retos y más retos en la educación

Son muchos los retos a los que se enfrenta este año el sector educativo, que arranca oficialmente hoy con el inicio de un nuevo ciclo, tras tres años de funcionamiento inusual, marcado primero por el impacto de la pandemia del covid-19, que obligó a la educación virtual que se ejecutó en un contexto en el cual el 40% de las familias no tenían acceso a internet, menos del 20% disponía de computadora en casa, un 40% no contaba con acceso a servicio de cable u otros medios análogos, un 30% carecían de un aparato de televisión y un 13% no disponían ni siquiera de un dispositivo de radio, necesarios para acceder a los servicios educativos; y los huracanes que en noviembre de 2020 golpearon el país y destruyeron gran parte de la infraestructura educativa, que ya estaba en precarias condiciones.

Pero también las evaluaciones de organismos nacionales e internacionales nos han recordado el otro problema: el de los bajos niveles de aprendizaje de los estudiantes hondureños en Matemáticas y Español, que colocan a los jóvenes de 15 años con un año de atraso respecto al promedio de América Latina.

En su discurso de ayer en el sector de La Mosquitia, una de las zonas más postergadas y pobres del país, la presidenta Castro ha anunciado acciones -como la merienda escolar, la matrícula gratis, la construcción de canchas deportivas y la reparación de mil centros educativos- para reactivar este año el sistema de enseñanza y ha ordenado a su ministro de Educación un plan de refundación de la educación a corto, mediano y largo plazo.

Es así que más allá del debate sobre el uso o no de una gabacha como uniforme escolar, las autoridades tienen en sus manos los grandes retos para reactivar el sistema y garantizar a las y los niños una educación de calidad que les dé las herramientas que necesitan para vencer la pobreza en la que viven millones de ellos y para enfrentarse e insertarse con éxito a las sociedades de hoy.