Las autoridades de la Región Sanitaria de Cortés informaron esta semana de la muerte de un niño de tres meses de edad con sospechas de tosferina, una enfermedad prevenible principalmente a través de una vacuna que está disponible desde hace muchos años en el esquema nacional de vacunación del Estado hondureño.
Según los informes oficiales, esta es una enfermedad que hasta un año antes de la pandemia del covid-19 estaba controlada a nivel nacional. Sin embargo, la caída de la vacunación por el confinamiento obligado en tiempos de la pandemia y el crecimiento de un movimiento antivacunas provocó el descenso en los índices de vacunación a nivel nacional.
Aunado a ello, la falta de conciencia entre un alto porcentaje de la población sobre la importancia y la seguridad de las vacunas ha provocado un repunte de enfermedades prevenibles como la tosferina, no solo en Honduras, sino que a nivel internacional.
Los especialistas en temas médicos advierten que la tosferina es una enfermedad altamente contagiosa, que se transmite al toser, estornudar o hablar; la convivencia con personas enfermas en espacios cerrados o hacinados como el transporte público, concentraciones masivas, entre otras.
Es una enfermedad que afecta a todas las personas, pero con mayor fuerza a bebés y niños pequeños.
Es importante tener conciencia de que es una enfermedad prevenible con la vacuna DPT (Difteria, Tosferina, Tétanos) disponible en el cuadro de vacunación de la Secretaría de Salud.
En estos momentos, Honduras tiene en marcha una campaña nacional de vacunación en la que se está aplicando la DPT, un momento importante para que se revisen y se pongan al día las tarjetas de vacunación de los miembros del núcleo familiar.
No olvidar que las vacunas no matan, las vacunas salvan vidas.