Columnistas

Los políticos y el coronavirus

Una persona a la que le tengo mucho aprecio y respeto, después de leer mi artículo anterior me sugirió que incluyera el tema del accionar de los políticos, que pareciera que no se han dado cuenta de la precaria situación en que viven muchos compatriotas y la que se ha deteriorado aún más, por los efectos de la epidemia sanitaria.

La situación sanitaria continúa presentándose muy complicada con el virus avanzando, especialmente en ciertos departamentos. Según los últimos datos oficiales, la propagación del virus está concentrada en el departamento de Cortés con el 65%, Francisco Morazán con 20% y Yoro con 4.8%, que en conjunto representan el 90% de los casos en el país. Lamentablemente la relación de personas fallecidas se mantiene alta en un 5.2%. Obviamente que estas estadísticas cambian día a día.

Por el lado de la economía no ha habido avances en la apertura de la mayoría de los sectores, tema que está en la mesa de discusión y análisis. Para todos, preservar la vida humana es la prioridad número uno, pero también la actividad económica debe reiniciarse con las medidas de bioseguridad que sean necesarias. La situación se ha vuelto insostenible, el desempleo sigue creciendo tanto en el sector formal como en el informal y muchos empleados suspendidos aún no reciben su aporte solidario, para medio paliar su difícil situación. Para muchas empresas se ha llegado a un punto de no retorno, lo cual agravará aún más la crisis económica y el desempleo y complicará el proceso de recuperación a futuro.

En cuanto a la pandemia de la corrupción, solo queda reconocer que este problema ha estado enquistado en nuestro país por muchos años y la solución no es fácil, especialmente si los ciudadanos se vuelven indiferentes o cómplices ante ello. En un país donde no hay institucionalidad ni existe la independencia de poderes es muy difícil que se pueda combatir este flagelo y en su lugar, lo que impera es la impunidad. Ni la Maccih pudo en su lucha contra esta pandemia.

En lo que concierne a la pandemia de nuestros políticos, resulta más que evidente que a ellos lo único que les interesa es seguir usufructuando el poder para su propio beneficio y solo piensan en las próximas elecciones y cómo asegurar su triunfo. Los políticos, de todos los colores reciben sus suculentos sueldos y otras dádivas pagados con los impuestos de los ciudadanos, sin demoras.

El gobierno, por su parte, apela a la solidaridad y con la justificación de la pandemia exige sacrificios a todos --las empresas y a la ciudadanía--, los cuales todos acatamos, con la conciencia de la crisis en que se vive, aunque ello signifique la antesala de una muerte empresarial y laboral.

Sin embargo, la solidaridad no existe para la clase política y la burocracia, que siguen recibiendo sus sueldos y beneficios religiosamente del erario público, sustentado por los impuestos pagados por los contribuyentes que si están asfixiados económicamente. No, para ellos la solidaridad debe ser practicada por los demás y además, muchos la ven como una oportunidad para hacer populismo político. Esperemos que esta pesadilla termine pronto y con los menores daños posibles, tanto en vidas humanas como a la economía, porque de lo contrario, el retorno a la nueva normalidad será súper complicado y lento