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IHSS, no hay cama para tanta gente

Atraído por una dolencia me presenté a la emergencia del hospital del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), la suerte me acompañó, pronto encontré un médico amigo de la familia a quien le expuse mi dolencia y rápidamente me tomó los signos vitales y, en efecto, tenía alta la presión arterial, me indicó un medicamento y me hizo la recomendación que fuera al siguiente día para solicitar un cupo con el especialista, con el propósito de hacer una evaluación completa acerca de las causas de mi malestar:

¿y todas esas personas están para solicitar una cita? –pregunté, –Sí, –respondió el generoso amigo, –aquella respuesta me dejó una preocupación mayor a la que llevaba por mi dolencia.

Era una fila interminable y todos los que esperaban mostraban un rostro desencajado –sin darme cuenta si aquella triste imagen era por su enfermedad o por la preocupación de hacer una espera tan molesta para lograr un cupo.

Me cuentan algunas amistades y familiares que muchas personas para lograr una consulta con un especialista, a veces tienen que irse temprano de la noche del día anterior, pero eso no es todo, la cita se la pueden dar con largos meses de espera para ser atendido y luego, si la consulta es tributaria de un procedimiento quirúrgico, hay que esperar un tiempo prolongado para ser internado y hacer el procedimiento correspondiente.

La cita que logró no le garantiza una consulta, puede ser que para el día que se la dieron, el médico no llegó a su puesto de trabajo y de nuevo hay que emprender acciones para una reprogramación de la misma. Para que lo atiendan en la farmacia de la institución hospitalaria es otra odisea; igual, las filas son extensas y al llegar a la ventanilla de la misma, es probable que le digan que el medicamento que le han recetado no existe y que están en espera, por lo cual hay que volver otro día.

Hay pacientes de la tercera edad que por su condición no pueden realizar todos los trámites que hay que hacer para ser atendidos, algunos, para dicha de ellos, cuentan con familiares cercanos que son los que tienen que asumir todas esas actividades, otros, con menos suerte, tendrán que caer en cama para ser llevados de emergencia y ser atendidos y los más desafortunados, morirán en espera de una atención médica y hospitalaria.

Cada vez que un derechohabiente visita las instalaciones del IHSS en demanda de atención médica y hospitalaria, al encontrarse con ese monstruo cargado de ineficiencia, le vendrá a la mente el escandaloso acto de corrupción que le costó a la institución la pérdida de millones de lempiras, hecho que no termina de ser judicializado en toda su dimensión.

En estas condiciones, las autoridades de la institución están pensando ampliar la cobertura a otros sectores de la población, incluyendo a las personas dedicadas a la economía informal, empleadas domesticas y otros. Se busca que la seguridad social sea universal, aunque para ello no se tenga una propuesta de cómo se va a atender a más población en un país donde todo está colapsando, excepto la demagogia y la corrupción.